Regala comida

Me pongo melancólico cuando subo al desván y veo juguetes, cajas de ropa, cajas de libros, cajas de vaya usted a saber. Qué asco de consumismo. Con esto de la crisis, está feo regalar cosas superfluas, feo y difícil. Volvámonos pues a lo básico, a o tradicional, a lo bucólico. Comida, un regalo idóneo en tiempos revueltos. Pero con clase, siempre con clase; un bocata de lomo, pues no queda bien.

Empezamos por la buena vieja idea de hacértelo tú. Buscas una receta resultona, normalmente de algún dulce, te metes una buena tarde y tienes regalo para mucha gente. Entretenido y con la virtud de “lo he hecho yo”. Una amiga siempre hace lo mismo: prepara unos dulces cojonudos y bien decorados, y los reparte entre los amigos. Así no hay pelea, y hay que decir que ya cada año estamos esperando a ver lo que cae.

conserva

Si lo tuyo no es la cocina o si ya te pasas dentro todo el maldito año, recurre a esos excelentes productos artesanales de calidad que menudean por el mundo adelante. Algo ligeramente exótico y navideño o de temporada: chocolates artesanales, castañas en almíbar, codornices escabechadas, la lista es infinita. Y de paso, apoyas a una gente con un modelo de negocio que, yo personalmente, respeto.

Del detallito a la cena fastuosa, la comida es protagonista

Luego están las delicatessen. Y tampoco hace falta volverse loco con el caviar y el foie. Recuerda que casi nadie trabaja en España, y las cestas de navidad son un mito, o en el mejor de los casos un bello recuerdo del pasado. A mi padre le daban, suele decir la gente cuando saco el tema. Total, que hoy en día una lata de Espárragos Cojonudos ya da un caché importante.

Si de lo que estamos hablando es de algo más ceremonioso y no un regalo simple, siempre están ahí los restaurantes donde deleitarnos con gastronomía con más o menos complicaciones. Y tampoco olvidemos los catering: cocina variada elaborada cuidadosamente directamente en tu casa, que en estos días se junta la familia.

Y ya si queremos rizar el rizo, podemos buscar una de esas experiencias que combinan en una escapada un entorno encantador y una experiencia gastronómica de calidad, sea en un entorno sofisticado, sea basándose en la rusticidad en la sencillez. Esto, en cualquier caso, no es recomendable para la familia al completo. En cualquier caso, dado que la comida es un elemento fundamental en estas fechas, trátala como se merece.