Regalos personalizados: jugando sobre seguro

Si no me encantara recibir y, sobre todo, dar regalos, no escribiría este blog. Pero, como en cualquier ámbito de la vida, existen gradaciones, de modo que unos regalos me gustan más que otros. Y, de entre los que más me atrae tanto dar como recibir, se encuentran los obsequios personalizados.

Encuentro que el hecho de que un objeto lleve una foto especial o el nombre de quien lo recibe lo convierte en único incluso más allá de lo obvio. No se trata sólo de que sea único por el modelo cuya foto se ve, sino que lo es en tanto en cuanto quien regala no va regalarle (exactamente) lo mismo a nadie más.

En este artículo vamos a ver unos cuantos ejemplos de regalos personalizados, en los que lo único que no es personal y único es el soporte. La foto o el texto convierten a un objeto cotidiano en algo extraordinario:

Un sorbito de cariño

La primera de las ideas en este campo aúna utilidad, belleza y cariño. No trata de desayunar viendo la foto de un mismo, que también podría ser, sino una imagen especial, como la de una persona querida, un momento mágico que hayamos tenido la suerte de registrar en una cámara… Lo que se nos ocurra que alguien puede querer ver impreso en una taza de desayuno.

Otras posibilidades que aúnan lo bello, lo útil y lo afectivo en cuanto regalos con una foto especial o un mensaje que deseemos transmitir se refieren a, por poner algunos casos, imanes para la nevera o llaveros personalizados.

Lo primero que vemos al encender la luz

Un obsequio muy especial, dado el modo en el que suele usarse es un cojín: quien lo vaya a usar, depositará su mejilla sobre o junto a la imagen que hayamos mandado imprimir en él. Será lo primero que vea al despertar o la última antes de apagar la luz. Bueno, al menos esa es la intención.

Mas ideas: un objeto decorativo siempre en bienvenido, pero si se trata de un lienzo con una imagen de especial significado o un retrato que al agasajado le apetezca especialmente ver, el regalo adquiere un significado más especial todavía.

Y, para ir terminando, al menos por hoy, ya que se nos quedan una buena cantidad de sugerencias en el tintero, tampoco está nada mal ofrecer a quien queramos un rompecabezas con esa imagen y esas palabras que hagan de este juguete algo original, único.