Comercio justo, regalos solidarios

¿Te has planteado alguna vez hacerle un regalo a dos personas a la vez? No se trata de tener el mal gusto de regalarle una pulsera a alguien, quitársela y dársela a otra persona. Se trata de que ese abalorio suponga un regalo para alguien a quien conoces y su compra signifique una vida mejor para quien lo ha elaborado.

Eso es: hablamos de comercio justo. La idea de este tipo de tiendas es que quien haya fabricado el producto reciba un pago justo con respecto a su posterior precio de venta, transacción que habitualmente se produce en países más poderosos económicamente. Las ventajas para una y otra parte son evidentes:

Por parte del comprador, se asegura de obtener una pieza auténtica, manufacturada en el país y por las personas que se indica, además del beneficio moral de estar ayudando a un semejante. Y, si atendemos al productor, lo que este obtiene es un precio justo por su trabajo, que permite mejorar su nivel de vida, así como controlar lacras como la que supone el trabajo infantil, por ejemplo.

Para todos los gustos y para bien de todos

Normalmente, en este tipo de tiendas, es habitual encontrar productos hechos a mano, bisutería, ropa, alimentación… ideas, en casi todos los casos, perfectas para un regalo. Veamos alguna en concreto, que nos ha parecido especialmente adecuada:

Si nos gusta regalar artesanía, y que ésta sea, además, auténtica, podemos ofrecerle una pulsera que Unicef vende como la “Pulsera de la Amistad Mundial”, por sólo quince euros en su página web. Además, sus muy variadas cuentas reflejan también la amplitud del trabajo de esta organización no gubernamental.

¿Un cafecito?

Cambiamos de tercio: en lugar de adornarnos, vamos a tomar un café. Provenga de Centroamérica o provenga de África, Intemon Oxfam ofrece a los productores un precio más alto que el que le dan los intermediarios habituales. Con ello, de nuevo hablamos de mejoras en la calidad de vida y de independencia para que los niños puedan dedicarse a lo que deben: prepararse y garantizar al mundo un futuro mejor. Si, además, es un delicioso café ecológico, mejor que mejor.

Podemos seguir hablando de chocolates, ropas y otra muy amplia gama de regalos que ofrecen tanto las tiendas de organizaciones no gubernamentales como otras que no usan el nombre de organización alguna, aunque su filosofía sea exactamente la misma. Queda demostrado, pues, que se puede hacer un regalo a dos personas a la vez, por no hablar de que es el mundo entero el que recibe tal presente.