Carta temprana a los Reyes Magos

Queridos Reyes Magos:

Sé que es un poco pronto para escribiros esta carta, pero no quería esperar todo un año, no sea que se me pase la enajenación mental. Vamos a ver: ¿Vosotros sois magos? ¿De qué? Si tenéis la misma magia que un saco de cemento vacío.

Y, mira, lo de que me hayáis traído unos calcetines de lana y un gorrito, pues mira, pues me parece estupendo. Al fin y al cabo no os había escrito la carta y me habéis traído lo primero que habéis visto por el almacén. Nada que objetar.

Pero lo que habéis hecho con mi hermana… eso sí que no os lo perdono. Ella os había pedido una estola de armiño… Y vais vosotros y le regaláis lo que os ha pedido el cretino de mi cuñado: ¡un niño! Será porque rima o porque ya no tenéis el oído de hace dos milenios…

¡Sooooopreeeesaaaa!

El caso es que el día 6 de enero, durante la comida de Reyes (no: no estabais invitados, ni falta que hacía), a los postres, va y nos suelta que le habéis traído un bebé. El año que viene, no paséis por París, por favor.

No es que tenga nada en contra de los niños, sobre todo si están limpios, calladitos y tengo a sus papis cerca, por si me canso, poder devolvérselos. Lo que me parece un acto de crueldad intolerable es el papá que le ha tocado a la criatura, pobre ¡Que los dinosaurios se extinguieron por estar sólo un punto por debajo de su cociente intelectual, hombres! Pobre niño.

Un hijo debería aspirar a un padre mejor

Pero, en fin, ya que viene, habrá que quererlo, sobre todo si no se parece demasiado a su padre que, de puro feo, cuando nació, el médico pidió perdón. Es el hijo de mi hermana (eso seguro: lo que no sé es si el padre será o no mi cuñado, cuyos genes pueden no ser compatibles con la especie humana), y como tal habrá que mimarlo, con que lo vamos a tener como un rey (de los de verdad, no como vosotros).

Como no sé si va a ser niño, niña o parecido a su papá, aún no voy a pediros un regalo en concreto, pero sí os voy avisando para que echéis un vistazo en páginas como 1000bebes.com, con una buena cantidad de artículos para el peque, aunque en realidad se traduzcan en la comodidad de sus padres; o en urbanbaby.es, para que podáis elegir si contentar a los papis con un carrito o al nene con un juguete.

Eso sí: si en uno de vuestros viajes veis la cigüeña, dadle permiso a los pajes para que la derriben.