Facebook, o la muerte de la poesía

Hoy no tengo ganas de buscar regalos para nadie: ya le he dado suficientes vueltas por San Valentín como para dejar la búsqueda por un día. Además, no hay fechas señaladas a la vista y mi cuñado lleva un par de días sin dar señales de vida.

Pero el hecho de no buscar regalos no significa que no vaya por la vida con los ojos abiertos. Y que vuelva a un tema que, de verdad, me preocupa: y es que los poetas ya no son lo que eran desde que existe Facebook. Y, con ellos, las notas que acompañan a regalos y ramos de flores. Vamos con algunos ejemplos que aclaren lo que quiero decir:

“De tus labios quiero un beso, / de tu camisa quiero un botón / y de tu pecho tu corazón.” Palabra que no me lo he inventado. Circula así, tal cual, impune, por la red social. Debo ser un tipo muy duro, muy insensible o muy tonto, porque a mí me regalan algo con una tarjeta que ponga eso y lo devuelvo, así sea un Rólex de oro.

Poesía incomprensible

Para quitarme el dulzor del paladar, he decidido seguir buscando frases para tarjetas en Facebook. Mala idea. “Un verdadero amigo es aquel que anda en cuando el resto del mundo se va. un amigo es alguien que camina en cuando otros salen” [SIC]. Faltas de ortografía y de expresión aparte, ¿alguien ha entendido algo? Creo que la respuesta a esta tarjeta sería: “Un verdadero amigo es alguien que te dice cosas más o menos comprensibles”.

“Bueno. Vamos a ver si mejoramos la suerte”, me he dicho, imprudente de mí, volviendo a la caza de la frase perfecta para la tarjeta de un regalo. Y he encontrado otra absurda, acompañada de una imagen sin la que no se entendería:

Si Bécquer levantara la cabeza…

Se ve a un oso de peluche que se toca el hombre derecho con el brazo izquierdo; y el costado izquierdo con el brazo derecho. El texto dice: “Asume esta posición. Ahora aprieta muy fuerte ¡Muy bien! Ese fue un abrazo de mi parte.” Ante semejante idiotez, sólo cae decir: “¿Ves esa puerta? Crúzala, ciérrela y camina en dirección opuesta”. Vale, quizá sea excesivo, pero que me vendan un “autoabrazo” como el cariño de un amigo

Total, que he dejado, por el bien de mi gusto poético y de mi salud nerviosa, de buscar frases bonitas en Facebook. Y yo que creía que era empalagoso aquello de “¿Qué es poesía, me preguntas, mientras clavas en mi pupila tu pupila azul?”…