Jack O’Lantern

¡Hola! Me llamo Jack O’Lantern (Santi de la Linterna, si os es más fácil). Con este nombre, no puedo ser otra cosa que el símbolo  de la fiesta de Helloween ¡Sí señor! ¡Soy la calabaza! ¿Pasa algo? ¡A que no me lo dices en la calle! (…) Perdón, perdón, perdón… Es que pasarse la noche con la cabeza vacía y una vela dentro acaba por afectar a cualquiera.

El caso es que me han invitado, como experto en la fiesta, a que hable de regalos que podemos intercambiarnos… TK KJJ KK JJ TTTT… Perdón. Una pepita que se me ha clavado por dentro del cráneo. El caso es que guapo, lo que se dice guapo… pues no soy, tengo que reconocerlo. Pero me gusto ¡Sí! ¿Qué pasa? ¿Ddd-dd-d-de qué te ríes? Perdón, perdón. No puedo controlarme.

Bueno. Que me gusto y como con la cabeza de calabaza y cara de dar miedo me cuesta encontrar novia, tengo que querer a las muchas imágenes que de mí se venden. Y por las que no cobro royalties porque aprovecharon que me estaban vaciando la cabeza cuando las firmé.

La hora de Jack

Uno de los detalles que he visto y que más me han gustado es el de un reloj en el que se ve mi cara. Un reloj de pared que va con pilas AA y que me enseña sonriendo (¿En qué estaría yo pensando, con la sonrisa tan fea que tengo?). Por 17,50 euros es tuyo.

De entre las muchas prendas y telas en las que se me ve, me gusta especialmente un cojín en el que sólo se ve mi silueta -¿has visto lo delgadito que estoy? Se me ve de puntillas, atravesando un bosque. 19,50. Y me Ggg-g-g-uuuu-ssstta que las chicas guapas apoyen su cabeza en mi imagen, de modo que como te sientes encima te suelto un bocado en el ccc-c-c-c… Cambiamos de tema.

Tuneando el portátil

Vamos a dejar aparte las postales y las cosas típicas para terminar con algo más original ¿Por qué? ¡¡Porque me sale de las pepitas!! ¿Estamos?  Ay, perdón, perdón, perdoooón… Vamos a ver: algo original… ¡Una pegatina para la tapa del ordenador portátil con mi cara! Tunea el ordenador por sólo 19 euros.

La verdad es que los humanos derrocháis imaginación para mi fiesta. Y eso me gusta. Tenéis miles de ideas para decorar, vestir o comer que dan miedito, pero de ese de buen rollo, que es de lo que se trata.

De eso, y de que en vez de vaciarme la cabeza, podías haberos vaciado los H-hh-hhh-hh ¡Hasta otra!