Regalos que no deberíamos hacer

Si queremos evitar caras de póker o sonrisas que sólo enseñan los dientes, existen una serie de regalos que no deberíamos hacer. Vamos a suponer que es el cumpleaños de tu pareja. A la que quieres mucho y deseas complacer ¿Cómo no alegrarle el día?

Si has pensado en comprarle una prenda de ropa, un jersey, un pantalón… ten cuidado. Asegúrate primero de qué le gusta y qué no. Poco importa que sepas de su estilo: al igual que tú y que yo, es un ser humano, y por lo tanto, de naturaleza contradictoria. Lo que creas que va a encantarle, puede parecerle horrible y te habrás ganado una sonrisa falsa y un “que boniiitoo m’encaaantaaa”.

Regalos que no deberíamos hacer

Con el añadido de que te puedes equivocar de talla. Obligarás a la persona a cambiar la prenda y a saber algunos datos que las buenas costumbres impiden que se conozcan, como el precio del obsequio.

Lo personal debe comprárselo la persona

Otro detalle que tampoco es bueno regalar es un perfume. Se trata de una elección muy personal, de modo que no es recomendable elegir por alguien, salvo que estemos muy seguros, y aun así, esa seguridad debería provenir de que, unos días antes, pasando ante la perfumería, tu pareja dijera algo como “Me encanta ‘Eau de Oh’. Por cierto, pasado mañana es mi cumpleaños”. Ya sabes: el ser humano y su naturaleza contradictoria.

Más regalos equivocados: cualquier útil de trabajo. Salvo que nos lo pidan expresamente, regalar una herramienta de trabajo a alguien es decirle que lo queremos porque trabaja en lo que trabaja. Además, se trata de proporcionarle placer, no más trabajo –salvo que su trabajo sea también un placer-.

Piensa: exprímete las neuronas y la imaginación

Si te he destrozado todas las ideas para ese día especial… me alegro. Piensa. Existen muchos regalos con los que complacer a alguien y que están ahí, esperando a que los veas y decidas que son ideales. No tienes por qué gastarte el sueldo de todo un año, ni recorrer siete países y tres continentes para dar con ellos.

Sólo piensa cómo es esa persona, cuáles son sus gustos, sus aficiones… De este modo, evitarás cometer el más grande de los errores:

Sea para tu pareja, algún familiar, amigo, conocido compañero o quienquiera que sea o la relación que tengas con esta persona, regálale de acuerdo a sus gustos. Si no estás seguro de conocerla a fondo, investiga, pregunta, indaga, averigua… Pero no le compres lo que te gustaría que te regalasen a ti.