Teléfono inteligente, complemento tonto

Que sí. Que vale. Que algunos de los complementos que podemos encontrar en el mercado para los móviles son muy útiles. Es más, alguna hemos visto digna de convertirse en un regalo para esos que acaban el día con agujetas en el bíceps de tanto sujetarse el teléfono contra la sobrecalentada oreja.

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De trece a dieciséis

Un consejo: si estás entre los trece y los dieciséis años, ya que todo el mundo piensa que eres un pintas gamberro que sólo tiene y trae problemas… dales la razón, pero sin hacer daño a nadie. O al menos házselo creer. Para ello te presentamos una serie de regalos para que cada cual piense lo que quiera pensar: tú, a lo tuyo y a tu gusto.

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La noche es…

En cuanto he escrito el título se me ha venido a la cabeza la voz de Aurora Beltrán, al frente de Tahúres Zurdos, redondeando la frase: “… de los que se aman”  con una voz poderosa y cálida a la vez, que nada tiene que envidiarle a la intérprete original (Patti Smith) del tema compuesto el Boss Springsteen.

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Cuidado con lo que regalas

Nos lo hemos pasado en grande dándole vueltas a qué regalar, riéndonos a costa de algún que otro personaje más o menos inventado, soñando con regalos imposibles por su precio –y su dudoso gusto, en algunas ocasiones-, pensando cómo alegrarle un día cualquiera a alguien. Pero hoy cambiamos de tema.

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Más regalos para que se lleven los invitados de nuestra boda

La verdad es que el último artículo nos supo a muy poco. Estábamos dándole vueltas a qué regalarle a esos que se hacen llamar amigos y que, tras gastarnos ciento y pico euros en un cubierto para que salgan satisfechos de nuestra boda, nos lo agradecen tapiándonos la puerta de nuestra casa. Graciosos, los chicos.

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Regalos originales para un amigo

Hoy tenemos el día tecnológico… y original. Todo a la vez, ¡vaya mezcla! No nos vamos a dar grandes lujos para agasajar a ese amigo que está a punto de cumplir años pero sí que, para compensar, vamos a buscar algo original y que le guste a tamaño aficionado a los artilugios electrónicos.

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Los regalos más caros para él

Por aquello de “dar contraste”, y porque no nos cae tan mal nuestro cuñado como a veces damos a entender, vamos a cambiar radicalmente de tercio y vamos a hacerle un regalo que no olvide nunca ¿Qué le vamos a regalar? Pues nada, un fruslería: alguno de los regalos más caros del mundo… Somos así: generosos.

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Amazon Kindle: el futuro a 79 euros

Algunos regalos mezclan lo tradicional con las más modernas tecnologías. Y, tal frase se ve elevada al máximo exponente cuando mezclamos la tradición del libro y la modernidad de la electrónica. Eso es: hoy vamos a alegrarle el día a alguien a quien queremos con un ebook.

Independientemente de los motivos por los que regalamos un libro o del contenido de la obra, factores ambos sobre los que ya hemos hablado, los tiempos han avanzado lo suficiente como para que también nos veamos obligados a decidir si regalar un libro impreso o uno electrónico.

El nuevo Kindle

Salvo las muy respetables ideas románticas sobre el tacto del papel o el olor de la tinta cuando abrimos un libro por primera vez, el resto de motivos le da la razón al ebook. Por precio, comodidad e incluso respeto al Medio Ambiente, elegiremos el libro electrónico.

Nos ahorramos un dinero y ganamos en comodidad

Si el argumento que vamos a comparar es el económico, tomemos un titulo como ejemplo: la nueva de Matilde Asensi, La conjura de Cortés (delicioso culmen de las aventura de Martín Ojo del Plata). El libro físico cuesta más de veintiún euros; el electrónico, menos de diez.

Por lo que se refiere a la comodidad, aunque parezca evidente, vamos a explicarlo: tomemos el último ereader de kindle, el Amazon Kindle: en un espacio de 16,6×11,4×0,87 podemos almacenar 1,25 gigas de libros. Traducido: podríamos meter unas mil veces el texto del Quijote en un soporte que nos cabe en la palma de la mano.

Mamá Naturaleza y nuestros ojos nos lo agradecerán

Hablábamos también de respeto a la Naturaleza, aunque, tratándose de ebooks este concepto requiere pocas explicaciones, en tanto en cuanto no se precisa papeles ni tintas que al fin y al cabo, provienen de la Naturaleza –por reciclada que sea, en algún momento, esa página fue parte de un árbol.

Nos hemos referido a las tres primeras ventajas del ebook sobre el libro impreso, y, aunque podríamos seguir comparando ambos soportes hasta la saciedad, hasta entonces seguiría ganando el formato electrónico, incluso desmontando falacias como que daña la vista.

… Un giro en la historia

Pero no vamos a hacerlo, entre otros motivos porque no vamos a regalar ningún libro propiamente dicho (…) Acallados los rumores de desconcierto entre el público, aclaramos que lo dicho hasta ahora no es baladí: todo ello nos será útil para decidirnos por un regalo muy práctico y a muy buen precio: el nuevo Amazon Kindle.

Por 79 euros podemos tener la nueva propuesta en cuanto a lectores de ebooks de Amazon –veinte euros menos que el modelo anterior-. Las medidas que dábamos hace cuatro párrafos son las que se corresponden con las del ereader en cuestión. De nuevo esperamos a que quienes no las recuerden, revisen este texto. Los esperamos en el próximo párrafo.

Una lectura placentera

¿Ya? Seguimos: la experiencia de uso del Kindle es maravillosa gracias al fenomenal contraste que ofrece así como la velocidad de paso de página, un quince por ciento mayor, según sus fabricantes. Son, en todo caso, seis pulgadas de pantalla con un resolución de 167 píxeles por pulgada y 17 niveles de grises. Para los legos en electrónica, imagen y tonterías semejantes: no está nada mal.

Y tampoco está nada mal el hecho de que el ereader incorpore una conexión WIFI que nos permita descargarnos libros desde cualquier parte. Asimismo, la duración de la batería ronda entre las tres y las cuatro semanas, la memoria interna, dos gigas de los que 1,25 (¿le suena la cifra?: mil Quijotes) se destinan a biblioteca.

En todos los formatos, para todos los públicos

En cuanto al formato de los ebooks, pueden ser Kindle (AZW), TXT, PDF, MOBI (sin protección DRM) y PRC. Se echa en falta el ePub, pero para eso existen gran cantidad de programas de conversión de formato gratuitos.

Si se ha quedado con ganas de saber más sobre el kindle, sería buena idea echar un vistazo a http://librista.es/amazon/kindle/ , donde se ofrece una información más amplia sobre el que apunta a ser el lector del futuro a un precio del pasado.

Quedar bien con nuestros invitados de boda (sin arruinarnos)

Hay quien afirma que una boda es un negocio y da por sentado que lo es para los novios. Pero, ¿es así? ¿De verdad les resulta rentable encontrarse con tres batidoras, seis juegos de café y un lavaplatos de marca blanca y puerta roja que no encaja en ningún hueco de la, por otra parte, amueblada cocina?

¿En serio se creen algunos invitados que con cincuenta miserables euros pagan su plato, el de su esposa y el de los dos perfectos argumentos para no tener descendencia que suponen sus nenes?

¿Para quién es el negocio? ¿Para los contrayentes, expuestos a las más crueles críticas si algo no es perfecto o para unos invitados que se irán con el estómago repleto de marisco, la cabeza nublada por el alcohol y, encima, un recuerdo de la boda?

Ya nos hemos gastado bastante

Seamos serios: nos hemos gastado un dinero considerable en que todo sea precioso y funcione como un reloj suizo de los que funcionan bien. Pero no vamos a gastarnos demasiado en el recuerdo para doscientos gorron… amigos y familiares que han tenido a bien acompañarnos en el día más ruinos… feliz de nuestra vida.

Antes, cuando se podía fumar, con unos cigarrillos y unos puros, todos contentos. Hoy por hoy toca hacer encaje de bolillos y echarle mucha imaginación si no queremos acabar con la VISA definitivamente derretida. Vamos con unas ideas:

Las mujeres y los niños, primero

Las señoras estarán encantadas de llevarse, como recuerdo del enlace, unas preciosas pashminas de colores y nuestra menguada cuenta corriente agradecerá que sólo cuesten un euro y sesenta y cinco céntimos.

Por muy mal que nos hayan caído sus monstrui… retoños (hoy tenemos el teclado rebelde. O sincero), sería bueno que también tuvieran un recuerdo de la boda que casi destrozan haciéndola la zancadilla al camarero que llevaba la tarta nupcial, de cinco pisos de nata… Angelitos. Un cucurucho de chuches para cada uno, a ver si se entretienen un ratito.

Un puro que no se fuma

Y para su papá, ya que no puede fumar, unos puros de chocolate, de modo que pueda hacer como que fuma y, con la excusa, disimular el aliento que le ha dejado el par de botellas de vino que se ha bebido, aprovechando que ofrecemos autobús gratis a los invitados.

Pero la venganza. La más dulce de las venganzas vendrá cuando papis, mamis, abuelos y, sobre todo, abuelas se encuentren con que les devolvemos el favor…

El ajuar, pero al revés

Llevan años preparando el ajuar para sus nietas. Tanto que no sabemos dónde esconder sábanas, colchas y ropajes amarillentos, si no apolillados. De hecho: hemos reservado un armario en exclusiva para ellos.

Pues bien: veamos qué cara se les queda cuando, con una sonrisa, les demos lo que aparenta un perrito de peluche, diciendo: “Toma para el ajuar” y, al desplegarlo, vean que es  una linda y original toalla (que nos ha costado sólo 1,59€).

Son muchos los posibles agasajados y muchos también los regalos que tenemos en nuestro almacén, de modo que, advertido queda, esto no acaba aquí

Regalos “WTF?”

La capacidad de invención del ser humano no conoce límites. Sobre todo si se trata de fastidiar a otros seres humanos. A esa conclusión ha llegado casi todo el mundo, pero vamos a reforzarla. Recuperamos a un personaje del que ya habíamos habado en otros artículos: el odioso cuñado.

Ese tipo del que no sabemos casi nada, salvo que ha hechizado, posiblemente mediante magia negra, a nuestra hermana. El prepotente cretino con el que hay que quedar bien, en aras de la paz familiar y las buenas relaciones con una hermana que prepara unos postres deliciosos que queremos seguir disfrutando. Y el tipo lo sabe. Y aprovecha para ser más cretino aún.

Y entre unas cosas y otras, llega su cumpleaños –que da la impresión de que fue la semana pasada, pero, ¿cuantas veces piensa cumplir años este tipo?- y, con él, el apuro de comprarle algo. Pues mira: nos vamos a tomar la revancha, hombre. Este año le toca un “WTF?”.

Matices o no matices, “WTF?”

“WTF?” son las siglas en inglés de “What the f***k?” ( los asteriscos se pronuncian, en este caso “ac”). Traducido al español viene siendo “¿Qué c**o es esto?” –en este caso las estrellas se pronuncian “oñ”. Diferencias idiomáticas. Y es que tal es la frase que dirá o pensará nuestro cuñado ante el regalo que le vamos a perpetrar.

Hay para elegir, pero vamos a abrir boca lanzándole un indirecta: la primera sugerencia puede comprarse en Amazon: un feísimo e inútil lechón de goma, muy en la línea de los pollos de este material, sólo que más inútil y más feo.

Entre cerdos anda el juego

Sin abandonar el tema porcino para nuestro cuñado –valga la redundancia-, podemos regalarle unas perfectamente antiestéticas tiras de bacon adhesivas para tapar grietas y rasguños. Que nos odie.

¡Ropa! Un clásico de fastidio que se verá obligado a vestir cuando vayamos de visita. Nos hemos topado, navegando por la tienda de Amazon –otra vez- una camiseta cuyo diseño encaja al cien por cien con la cara de un perro labrador. Tan bien hecho está que da miedo acercarse por si nos suelta un lametón y nos llena de babas (la camiseta, queremos decir).

Algo que apretar con fuerza

Subimos un nivel en la escala de whathefaquismo de ideasdereagalos.es: como a estas alturas el hombre estará pensando a qué punto de nuestra anatomía apuntar con su agresión, lo relajaremos con una versión “WTF?” de las pelotas antiestrés: unos testículos de goma. Que los apriete y patee cuanto quiera. Incluso si mientras lo hace mira hacia la parte central de nuestra anatomía.

El cabreo del hermano político en cuestión debe andar ya por el ocho en la Escala de Richter… Regalémosle un relajante libro: Colección de cucharas del Tercer Reich. Una soporífera obra de James A. Yannes sobre cómo usaba tales piezas el monstruo exterminador de razas.

Para (…) y no echar gota

El siguiente regalo se vende como repelente de ciervos. No demasiado útil si tenemos en cuenta que presume de vivir en pleno centro de la ciudad, donde los cérvidos tienden a escasear. Él sabrá qué hace con una garrafa de orina de lobo.

El caso es que el muy imprudente puede optar por no usar el pis de lobo. Y eso le va a traer consecuencias: un primo de Bambi se le va a colar en el salón. Menos mal que lo hemos cazado a tiempo y, como buenos hermanos políticos, le regalamos el trofeo…

Bueno. No del todo: en lugar de enmarcar la cabeza del animal, sus cuernos y todo, hemos decidido optar por la vía sutil: por menos de ochenta euros podemos regalarle un magnifico trasero de ciervo, cola incluida, para que lo cuelgue junto a su retrato. Podemos llamara ésta la “pared de los horrores”.

DEFCON 3…

Con la mirada perdida, los dientes apretados los dedos engarfiados, no parece que el hombre tenga muy buenas intenciones hacia nuestra persona. Vamos a ponérselo fácil hombre, a ver si se atreve:

Por apenas treinta y cinco euros, podemos regalarle un bote de uranio. Lástima que no sepa que está empobrecido –de baja radiactividad, inocuo-, pero, ¿y lo que va a disfrutar tratando de deslizarlo debajo de nuestra almohada cuando venga de visita? Criaturilla…

Más claro, agua

Y, para enviarle el mensaje final, un artilugio que tiene grabado -en inglés- las palabras “hecho con cariño”, mientras que entre sus instrucciones están las palabras “fácil de usar”. Regalémosle un ataúd. El que comentamos aquí viene sin pintar, para que cada uno le dé su toque personal.

Sí: nos ha quedado un artículo larguísimo, pero es que hemos pensado que todas las sugerencias valen mucho la pena, tanto para dejar claro qué es un regalo “WTF?” como para que nadie se equivoque cuando busque un regalo con sentido del humor.

Si el agasajado es una persona a la que queremos y que se lo merece, éstos son complementos del regalo que en realidad queremos darle, una broma. Si es ese ser de averno que se ha casado con (contra) nuestra hermana, no es preciso nada más.

Regalos personalizados

¡Ya basta de regalos en serie! Que si una camisa, que si una corbata, una cartera… ¡No más regalos marcados sólo por la moda!: el muñeco de turno, el nuevo Smartphone o las zapatillas que anuncia no sé qué deportista. Convirtamos el regalo en algo verdaderamente personal, algo elegante, funcional y económico.

Para ello, uno de los métodos más directos es el que consiste en personalizar los regalos: pocas cosas hacen más ilusión que recibir, por ejemplo, una camiseta con un mensaje que sólo entienden por completo quien le da y quien la recibe, o una taza de desayuno única, con el propio nombre o una imagen especial.

regalos personalizados

Las ideas, algunas de las cuales veremos un poco más adelante, son muchas. Las formas de realizarlas pueden dividirse en dos grandes grupos: quien elabora íntegramente el regalo por sí mismo y quien lo hace encargando la parte técnica a profesionales.

Manitas y manazas

Dentro del primer grupo, podemos incluir a aquéllos que, pincel en mano, toman una camiseta, una taza, un lienzo, un plato o cualquier otra superficie susceptible de pintarse y la llenan con dibujos, nombres… Manitas afortunadas.

Los segundos, grupo en el que se encuentra el común de los mortales, son los que tienen la idea y buscan la forma de plasmarla, con palabras o con el socorrido Photoshop para que otros elaboren el producto final. Esos “otros” suelen ser empresas dedicadas a personalizar objetos, dentro de los que se hallan los que tomaremos por ejemplo:

Por poco dinero y con mucha ilusión

Por muy poquito dinero, y para los nostálgicos, podemos regalar un objeto que vuelve a estar de moda: las chapas, sólo que esta vez serán personalizadas. La imagen y las palabras que figuren en ellas dependen de la persona que vaya a recibir la insignia. Como ya hemos hablado de nostalgia, sería estupendo que a un adicto a las serie, ochentero empedernido la regalásemos, por ejemplo, una con el logo de “V”…

Otra posibilidad, cuyo límite es, además, la imaginación, es la que constituyen las camisetas. De una prenda lisa podemos elaborar el más personal y bonito de los regalos: nombres, imágenes, fechas, frases ingeniosas o románticas…

Y para terminar, una estupenda idea: tomemos una cubertería, cristalería o vajilla y localicemos el escudo heráldico que corresponde a nuestro agasajado. Son muchas las tiendas, virtuales o no, que por un precio módico pueden imprimir o grabar la imagen, dando en un regalo elegante, a la par que útil.

Regalos de cine

Son muchos los aficionados confesos al cine. Es más: se trata de una de esas aficiones que no importa declarar, no es como si a uno las peleas de caracoles malgaches. Es más: el cinéfilo suele hacer gala de sus gustos dándonos interminables lecciones sobre sus películas favoritas…

Y dejándonos en bandeja la elección de un regalo para cualquier ocasión. Pero nos hemos propuesto ser originales. Nada de regalarle el DVD con las aventuras unos vampiros adolescentes enfadados como pandilleros con unos hombres lobo y en disputa por el amor de una humana.

cine

Clásicos del mundo friki

Comenzamos con un regalo para un friki “clásico”, amante de “La Guerra de las Galaxias” y “wacthmen”. Una camiseta que además, nos remite a la Roma clásica. Parafraseando la frase de Juvenal “Quis custodiet ipsos custodes?” (¿quién vigilará a los que vigilan?), aparece la frase “¿Quién vigila al Imerio?” (“Who watches the empire?”), también en clara referencia a ambas películas.

Claro que, si de guardias hablamos y los ponemos en la misma frase que “La Guerra de las Galaxias”, tenemos qua hablar de los “Storm Troopers”. Se trata de un reloj-despertador con pantalla LED y la conocida forma del soldado imperial de Lego Star Wars. Te despierta con la eficacia de las tropas imperiales.

Algo más terrenal

Cambiamos de peli y nos vamos con “El Club de la Lucha”. Nuestro cinéfilo amigo puede restregarse por las mañanas con la pastilla de jabón rosa en la que se lee, en bajorrelieve “Fight Club”. Es un producto oficial de la película que nos saldrá por unos veinte euros.

Por cierto, y hablando de lucha, si nuestro amigo es fanático del cine de samuráis, de los que dice que “Los Siete Magníficos” no tienen nada que hacer ante la peli de samuráis en la que se inspira el western, regalémosle un fantástico paraguas-katana. A pesar de su apariencia, es un paraguas. A pesar de ser útil, hay que tener valor para salir con él a la calle.

¡Que no se hunda la fiesta!

Terminamos –muy a nuestro pesar, puesto que nos lo estamos pasando en grande- con la idea de regalarle a nuestro amigo unos cubitos de hielo (más bien fundas con el líquido dentro) con la forma del Titanic y sus correspondientes icebergs. Que se hunda todo, menos la fiesta.

La imaginación y el bolsillo, así como las ganas de agradar con todo el cariño del mundo han de sumarse para que nuestro amigo el cinéfilo se quede, como dijo Troy McLure en “Regalando Amor de Película” “Alucinao, nena”.

¡Qué difícil es regalarle algo a un niño!

Cuando se trata de darle una alegría al pequeño de la casa casi siempre tenemos un problema. Sobre todo si no es el pequeño de nuestra casa. Queremos que al chico le haga ilusión y, a la vez, le guste a los padres, por no decir que el chico puede convertirse en el ejecutor de nuestra buena relación con sus papis.

La ejecución tendrá lugar en cuanto desprecie el esfuerzo que hemos hecho por buscarle algo original, bonito y adecuado a su edad. Las palabras mágicas son: “No me utta”. Tres palabras pronunciadas con lengua de trapo que suelen provocar el sonrojo de los, hasta el momento, orgullosos papás, seguidas de palabras de disculpa, a la vez que instan al pequeño destructor de amistades a que dé las gracias.

regalos infantiles

De mal en peor

Pero el mal ya está hecho. En cuanto nos marchemos, sabemos que los padres retirarán el juguete de la vista del infante y que sólo lo sacarán cuando vayamos de visita. “Pero mira cómo lo cuida, si aún lo tiene nuevo… Es sujuguete favorito”, proclamarán los muy hipócritas y ya casi examigos.

Por su parte, los padres del monstruito comentarán, apenas sepan que no los oímos, el mal gusto que tenemos para los regalos y repasarán uno a uno todos los que les hayamos ofrecido a lo largo de tantos años de amistad: que éste de baratillo, que si aquél de una horterez supina…

Condenado mocoso… “No me utta”·

Prevengamos

Para evitar tan desagradable (vale: y muy exagerada) situación, al igual que con los adultos, hemos de conocer al pequeño, sólo que en este caso a través de las palabras de sus padres. Que escuchemos a los orgullosos y babeantes culpables de a criatura cuando hablen de ella, vamos.

Una vez que sabemos cómo es –sería ridículo regalarle un DVD con las aventuras de Heidi a un muchacho que no es capaz de estarse quieto ni cuando le dan el biberón-, pensemos también en cómo agradar a sus padres. En este aspecto, los juguetes de muchos colores, educativos y de apariencia rara suelen funcionar muy bien.

No queremos correr riesgos

Y vamos a terminar este artículo sin hacer una sola recomendación concreta. Porque cada niño tiene sus gustos, porque sus padres tendrán sus criterios sobre qué es bueno y qué no para el retoño y porque no soportaríamos que por nuestra culpa tuvieras que oír proveniente de una enfurruñada lengua de trapo: “No me utta”.

Un regalo que nos hará crecer

Determinados regalos tienen un valor mucho más allá del económico. Es más: ese valor inmaterial no se queda sólo en lo afectivo, sino que dejan aquello que alguien definió como “el poso que queda tras olvidar todo cuanto nos han enseñado”. No recuerdo a quien pertenece la frase, ni creo que valga la pena buscar el dato. Sólo diré que es una de las definiciones de cultura.

La propuesta es regalar algo que amplíe los conocimientos y, sobre todo, los horizontes del agasajado. Las formas que puede adaptar la cultura son muchas, por lo tanto son muchos los regalos relacionados con ella para todos los gustos y bolsillos. Echemos un vistazo a unos cuantos ejemplos:

libro y rosa

El primero de los regalos, un tanto “de andar por casa”, de acuerdo, pero por eso mismo perfecto para regalar cualquier día puede muy ser una entrada de cine. O, ya que hablamos de entradas, ¿por qué no irnos al teatro? No es barato, pero es cuestión de elegir: ¿nos tomamos tres copas o nos pagamos una localidad?

Quien tiene un buen libro nunca está solo

Otra posibilidad, esta más material, más tangible que un par de horas disfrutando de una historia: un libro. Se dice, y es cierto que nadie está solo si tiene un buen libro. En este caso, como en el de cualquier regalo que provoca pensamientos, sensaciones y sentimientos, es importante conocer a quien va a recibir el libro.

Cumplida esta condición, sabremos si regalar poesía, novela, ensayo… Pero, quizá más importante que todo ello, sabremos qué palabras usar para esa dedicatoria con la que personalizaremos el regalo, redondeando o concretando el mensaje que el libro le transmitirá a esta persona.

Abrimos algo más la cartera

Subamos un escalón en lo económico y sorprendamos a quien queramos sorprender con una excursión a algún lugar rodeado de belleza y monumentos de esos que siempre hemos visto en los libros de arte y revistas de viajes y que nunca, por el motivo que sea hemos visitado. Santiago de Compostela o Córdoba son dos buenas ideas.

Finalizamos, por falta espacio, que no de ideas con un viaje no demasiado lejano. Concretamente, nos emborracharemos de cultura en la ciudad de Florencia. Descubramos qué es por qué sucede el síndrome de Stendhal.

¿Cómo? ¿Que no sabe qué es el síndrome en cuestión ni en qué consiste? Paciencia, pronto hablaremos de la maravillosa Florencia, a la que va indisolublemente unido… Por ahora dentro del capítulo de regalos que enriquecen por dentro a quien los recibe, ponemos un punto y seguido. O, mejor, unos puntos suspensivos…

Tic, tac… La hora de ser originales

Del mismo modo que los móviles sirven para jugar, enviar mensajes, hacer fotos, grabar vídeos, navegar por Internet, orientarnos en ruta y, de vez en cuando, para llamar por teléfono, los relojes pueden ser mucho más que artilugios de dar la hora.

Dicho esto, según a quién le regalemos un reloj, nos vamos a encontrar con una gama tan amplia que lo difícil va a ser no acertar con el bueno. Pero no vamos a ocuparnos de los clásicos, ya sean de vestir, deportivos, de gama media o de lujo. Éstos, para otra ocasión.

reloj

De los que hoy vamos a tratar son de los que se cuentan entre los llamados “originales”: artilugios curiosos que, como valor añadido, dan la hora. Y como son muchos los ejemplos, reduciremos la lista a aquéllos que más nos han llamado la atención:

La envidia de 007

Comencemos por un reloj que hará las delicias de los fanáticos de las pelis de espías: con una cámara indistinguible en el número dos, podemos grabar vídeo y sacar fotografías hasta llenar los dos gigas de capacidad  luego volcarlas a nuestro ordenador vía USB. Es también por este puerto por el que podemos recargar su batería de litio.

Por lo demás, nadie diría que no es un reloj normal, del montón, lo que también dirían de la versión “sport” de este gadget, que al igual que la de vestir, posee una luz LED que nos indica que está funcionando.

Para frikis de las matemáticas

Otra idea: ¿qué tal quedaría decir “son las equis cuando menos ocho es igual a don menos equis”?, ¿o “son un octavo de noventa y seis medios”? Seguro que quien nos pregunte la hora no volverá a hacerlo. Es cierto que sería mucho más sencillo haber dicho “las diez” o “la seis”, respectivamente. Pero el reloj ecuación es así: se trata de divertirse, aprender y saber qué hora es.

Se trata de un reloj de pared de casi veintiocho centímetros de diámetro en el que los números han sido sustituidos por ecuaciones. Si el chico suspende matemáticas, regalémosle uno. Puede que no mejore en la asignatura, pero seguro que o encontrará original.

Un despertador escurridizo

Y finalizamos con la solución para los que no se despiertan porque, inconscientemente, apagan el despertador y siguen en el mundo de Morfeo: “Clocky”, un despertador con ruedas que, en cuanto empieza a sonar, sale disparado y se mueve erráticamente por toda la habitación. Para cuando lo hayamos “cazado”, ya estaremos bien despiertos. Además, suena muy parecido a R2D2 robot de la Guerra de las Galaxias. Por suerte, no le han puesto la voz del ultra irritante Jar-Jar Binks…

Regalos frikis: diversión garantizada

Siempre es agradable regalar o que te regalen algo, sobre todo si el regalo sale del corazón, en lugar de hacerlo del calendario. Pero, además, puede ser muy divertido entregar el presente –y recibirlo, claro-. Multipliquemos esta última afirmación por muchos enteros si hablamos de un “regalo friki”.

Para empezar, sugeriremos un presente de… ¡¡Mosquis!! ¡Una pack de Duff!, la cerveza de Los Simpson hecha realidad. Que sí, que sí: que es cerveza de verdad: un marca alemana se ha decidido a elaborar esta bebida para incondicionales de la serie, de la cerveza, de ambas o para curiosos que deseen saber  a qué sabe la bebida que enloquece a Homer.

cordón polical

Imaginemos a nuestro amigo, en una fiesta en su casa. Alguien que dice: “¡Oye!, pues yo me tomaba una cervecita”. Y en éstas que sale de la cocina con una Duff. Momento friki inolvidable de por vida. Vale que el precio, 14,50 euros, sea un poco alto, pero hay gustos que lo merecen.

¡Un poco de intimidad, por favor!

Otra idea: Un cordón policial-cortina de ducha para que nadie nos moleste mientras nos duchamos. Todos hemos visto en las pelis americanas la cinta amarilla con el consabido “POLICE LINE DO NOT CROSS”. Pues de eso se trata: de varias cintas de este tipo impresas sobre EVA mate y resistente al moho.

Y no: no aísla del sonido, de modo que tendremos que seguir soportando versiones apócrifas y destrozadas de La donna è mobile y otras arias operísticas hechas polvo.

Friki entre los frikis más frikis

Por otra parte, tenemos… ¡Ay! ¿Qué ven mis ojos? Tengo que estar soñando ¡Un USB con la imagen de los personajes de La Guerra de Las Galaxias! Antes de seguir escribiendo tengo que ponerme “La Marcha Imperial” a todo volumen…

Cha, chan, chaaannn… chan chachaaaaánnn… Ya. Son tres pen drives a elegir (o a llevarse los tres) con las figuras de Darth Vader, R2D2 y C3PO.Además, al quitarle el capuchón protector a Darth Vader, una de cada seis veces veremos la cara herida de “El Retorno del Jedi”. Sí: cuando decía aquello de: “Luc… kjjjsss… Yo soy… Kjssss… Tu padre”.

Son los que están, pero no están los que son

Ocho gigas de cultura friki en unos lápices en los que se agradece infinitamente que no se haya incluido la figura del ser más odioso de todas las galaxias, cercanas  lejanas: Jar-Jar Binks, que es a R2D2 lo que un virus a nuestro ordenador.

Son muchos más, y algunos… hasta mejores, de modo que queda abierto el divertido capítulo de regalos frikis para posteriores ocasiones.

Ya. Ya bajo la música.

Una escapadita

No es preciso que se celebre nada especial ni dejarse el presupuesto del mes. Basta con querer hacerlo. Es suficiente con tener ganas de descubrir un lugar en compañía de alguien especial y con quien nos iríamos a éste o al fin del mundo.

Hoy por hoy,  gracias a la popularización de las tarifas de los aviones, cualquiera puede subirse a uno, pasar el día de compras en cualquier rincón que desee hacerlo y volver para cenar. Pero no se trata de un viaje de un día, sino de disfrutar de una estancia, de modo que vamos a acercarnos durante tres días, con nuestra pareja a… hum… Londres, por ejemplo. Y sin dejarnos el sueldo del mes.

escapada romántica

El plan londinense

Como es festivo, saldremos el viernes por la mañana. Y como lo teníamos previsto desde hace meses, los pasajes nos van a costar veinte euros cada uno. Una vez en la cuidad del Támesis, aposentados por sólo treinta y cinco euros, comenzaremos nuestro fin de semana romántico:

Conoceremos y disfrutaremos de sus monumentos. Conoceremos y aborreceremos su gastronomía. Conoceremos, en la medida de lo posible, a sus gentes. Y todo en la mejor de las compañías que podemos soñar.

Soñemos o vivamos

No es preciso que sea ninguna fecha especial para sorprender a alguien con un viaje así, del mismo modo que no lo es que nos cueste más allá de los doscientos euros. Aunque, claro, siempre se puede hablar de una versión más cara y lujosa, ¿por qué no? Soñemos:

Al salir del trabajo, sorprendamos a esa persona maravillosa esperándola dentro de la limusina que nos llevará al aeropuerto. De aquí, un vuelo en primera clase a las Seychelles. Llegada. Hotel de lujo con tipo de atenciones, compras y lujos en el alojamiento y en la playa. Masajes, baños y compras hasta que la Visa pida clemencia. Lujo.

Siempre hay opciones

Cierto es que esta segunda opción no está al alcance de todo el mundo, pero no es menos cierto que una ocasión como, por ejemplo, una bodas de plata lo merece y que los regalos pueden pagarse entre varias personas ¿Qué tal si nos ponemos de acuerdo entre hermanos, primos y tíos y enviamos a mamá y a papá a este viaje de ensueño, o a un crucero por las Islas Griegas, o a…?

Las opciones en ese tipo de viajes son tan variadas como lo es el planeta Tierra. Y las posibilidades, en lo económico tan distintas como la salud de unas u otras carteras.

La música, un regalo agradecido

Pocos regalos son más personales que la música. Cada uno siente impulsado por una u otra canción, uno u otro tipo de música, de modo que hemos de conocer bien al agasajado. En algunos casos, es fácil regalar música: aunque sea por mera eliminación, es difícil que le regalemos a nuestra pareja, por San Valentín, los grandes éxitos de Sex Pistols.
Vamos a seleccionar para este artículo una serie de ocasiones  y destinatarios y a jugar a qué música les regalaríamos. Cierto es, insistimos, que hay que saber muy bien de los gustos del agasajado, de modo que cada cual, aun leyendo la sugerencia, puede darse a sí mismo una respuesta.

Conocer al agasajado

Vamos a empezar, por ejemplo por el cumpleaños de un amigo. Antes de responder con un disco en concreto, sería bueno pensar, ya que no en un artista en concreto, en la forma de ser nuestro allegado: ¿es una persona tranquila, seria? ¿Se trata más bien de un juerguista impenitente? ¿O tal vez pertenezca a una tribu urbana? Vamos a suponer que este último es el caso, que sea heavy. En este caso, sería buena idea regalarle algo clásico dentro del movimiento, “Kill ‘em all”, de Metallica, o el especial de los ocho primeros discos de Iron Maiden, recién lanzado.

Los sesenta, un recurso seguro

¿Y en el caso de papá? ¿Qué le regalamos el día diecinueve de Marzo? A ver: ¿qué época le ha tocado vivir? ¿La hippie de los sesenta? ¿Es mas mayor o más joven quienes la vivieron? Para la ocasión, supongamos vivió la época en la que más se podía parar a disfrutar de la música en los años sesenta-setenta. En este caso, sería fantástico regalarle Abba Gold, la colección de grandes éxitos de Abba. Más posibilidades: vamos con la que insinuábamos al principio de este escrito: decíamos que qué música le regalábamos a nuestra pareja en San Valentín. Para esto, el mercado y lo comercial de la fecha nos lo ponen muy fácil: unas semanas antes de la fecha suele salir al mercado algún recopilatorio del tipo “TQM”.

Música sólo para sus oídos

Claro que, si deseamos que sea un San Valentín verdaderamente especial, contratemos un músico, perdamos la vergüenza y, ramo de rosas en mano, démosle la más bonita de las serenatas a nuestra pareja. Vale: nos hemos pasado ¡Qué vergüenza! Una opción más barata e igual de personal y bonita es regalarle una canción dedicada, su favorita, presentada por un locutor  sólo para esa persona tan especial.