¿Que le puedes regalar según su signo Zodiacal?

“Las brujas no existen, pero de que vuelan, vuelan”, esta expresión la oí hace muchos años, es graciosa y posiblemente verídica, casi siempre que escuchamos algo perteneciente al esoterismo estamos a la espera de “algo”.  En este post no echaremos las cartas del tarot, ni miraremos nuestra bola de cristal, sólo te daremos algunas pautas por si deseas regalar a alguien de un determinado signo zodiacal.  Empecemos

Signos de Tierra

Tauro (20 de abril al 21 de mayo).  Una bufanda o corbata de seda, un jersey de lana natural, un masaje o tratamiento en un balneario, un libro sobre el arte, una caja de vino de reserva, etc.

Virgo (23 de agosto a al 22 de septiembre).   Un pack de artículos de aseo, un portátil de ultima generación, un bolso de piel con monedero a juego, una maquina de afeitar eléctrica con un buen aftershave, etc.

Capricornio (22 de diciembre al 20 de enero)  Un perfume de su marca favorita, un artículo decorativo elegante y llamativo, accesorios para practicar su deporte favorito, etc.

Bracken House - London

Signos de Fuego

Aries (21 de marzo al 19 de abril).  Ipod o Iphone último modelo, unas clases de deporte de aventura, un viaje de aventura como un safari, entradas para un partido importante, un juego electrónico nuevo, etc.

Leo (22 de julio al 22 de agosto).  Pañuelos con sus iniciales bordadas, una joya elegante y llamativa, entradas a la ópera o para una buena obra de teatro, unos gemelos con sus iniciales grabadas, etc.

Sagitario (22 de noviembre al 21 de diciembre).  Un telescopio, un libro sobre filosofía, una novela épica y romántica, complementos de moda, unos prismáticos, un juego de copas con un buen vino, etc.

Signos de Aire

Géminis (20 de mayo al 20 de junio).  Un perfume de una marca de moda, entradas a un concierto de su grupo favorito, una pluma elegante, un fin de semana romántico en una casa rural, etc.

Libra (23 de septiembre al 22 de octubre).  Un libro de arte contemporáneo, una caja de cosméticos de su marca favorita, zapatos cómodos y elegantes, un novela de intriga y suspenso, un fin de semana en Paris o Londres, etc.

Acuario (21 de enero al 19 de febrero).  Un libro de ciencia ficción, una mascota no enjaulada, una pluma original, un juego tecnológico, una prenda de ropa cómoda, calcetines divertidos, etc.

Signos de Agua

Cáncer (21 de junio al 21 de julio).  Un buen libro de recetas, un buen batín de casa, un pijama bonito y cómodo, un juego de toallas esponjosas, una buena agenda de piel, etc.

Escorpio (23 de octubre al 21 de noviembre).  Un conjunto de lencería sexy, aceites esenciales para masajes, velas perfumadas, un libro de arqueología, un pijama de seda, etc.

Piscis (20 de febrero al 20 de marzo).  Un Libro de yoga o meditación, un crucero, una baraja de cartas de tarot, unas zapatillas para estar por casa cómodas, una novela romántica, etc.

¿Y si hablamos de vinos?

Si queremos quedar bien a la hora de hacer un regalo, tenemos a mano algo que siempre sorprende, agrada y queda excepcional para cualquier evento u ocasión, sin tener que rascarnos mucho la billetera.  El vino.

En este post hablaremos de algunos caldos que se producen en nuestra tierra, extraídos de frutos cuidados con mucho cariño y mimo para poder saborear su delicado elixir, con un precio módico pero con excelentes resultados para cualquier paladar de lo más exigente.

moulin de poivre

El único problema que tendrás será escoger cuál,  ya que hay una gran variedad como los vinos secos, abocados, semi-secos, dulces, semi-dulces, rosados, tintos, blancos, de crianza… y la lista sigue.

¡Salud!

En toda nuestra Península Ibérica, la crianza del vino es extraordinaria pasando por las zonas como de la Rioja, Navarra, Galicia, Madrid, Catalunya y tantas otras donde en combinación de la tierra y el clima hacen que de sus uvas se extraigan todo su potencial, cuerpo y sabor.

Luis Cañas Crianza 2009, (La Rioja) vino tinto de crianza de uvas Tempranillo y Garnacha el precio puede rondar los 9,00 €, la botella de 75 cl.

Palacios Remondo La Montesa 2009, (La Rioja) vino tinto de crianza de uvas Garnacha, Tempranillo y Mazuelo, el precio puede oscilar alrededor de  los 12,00 €, la botella de 75 cl.

Hacienda López de Haro Reserva 2005, (La Rioja) vino tinto de reserva de uvas Tempranillo y Graciano, el precio puede estar sobre los 9,00 € la botella de 75 cl.

 “Artazuri Garnacha Rosado 2011, (Navarra) vino rosado joven y con carácter de uvas Garnacha, el precio puede oscilar alrededor de  los 6,00 € la botella de 75 cl.

Castillo de Monjardín Merlot Rosado 2012”, (Navarra) vino rosado joven serio y elegante de uvas Merlot, el precio suele estar por los 6,00 € la botella de 75 cl.

snow-globe

Nekeas Viura Chardonnay 2011”, (Navarra) vino blanco sin crianza con aromas a frutas blancas y cítricos de uvas Viura y Chardonnay, el precio ronda los 5,00 €.

Martín Códax Albariño 2011”, (Rías Baixas) vino blanco sin crianza con elevado nivel de azúcar y alto grado de acidez de uvas Albariño, el precio se mueve por los 9,00 € la botella de 75 cl.

Recadero Gran Reserva Brut Nature 2007”, (Catalunya) vino espumoso gran reserva, cava fino y delicado de uvas Xarel-lo, Macabeo y Parellada, el precio alcanza los 16,00 €, más o menos, la botella de 75 cl.

Hay que tomar en cuenta que estos precios son solamente orientativos, todo dependerá de dónde lo vayas a comprar.

Una muy buena idea: el porta-traje

En la gama de accesorios de viaje, nos encontramos con infinidad de artículos que cubren nuestras necesidades y que nos resuelven algunos problemas a la hora de viajar, entre ellos encontramos uno que es imprescindible si tenemos un evento social, una boda o un viaje de negocios, es el porta-traje.

Este accesorio nos ayudara a llevar, a donde sea, el traje, el vestido de novia o la prenda para cualquier evento, impecable, casi sin arrugas.

Hace muchos años, los porta-trajes solían ser de plástico ó de nylon, extremadamente largos y difíciles de llevar o guardar, principalmente era para evitar el polvo o la suciedad, tenían un gancho en la parte superior para poder colgar y cubría toda la pieza, eran sumamente  incomodos.

Evolución a lo largo de los años

Desde hace algunos años, con el trasiego de la vida que llevamos, de los viajes de negocios, de las vacaciones, de los eventos, etc., los porta-trajes han variado en tamaño y utilidades.  Hay empresas que personalizan los porta-trajes para que no haya problemas de extravío, hay porta-trajes fabricados en distintos materiales según la época del año.

Hay en la actualidad distintos tipos de porta-trajes variando en sus diseños, calidad y composición, haciéndolos más ligeros, más resistentes, más compactos, es tal el caso, que la mayoría de las líneas aéreas lo califican como equipaje de mano, ya que algunos de los porta-trajes puede deslizarse debajo del asiento.

Marcas y modelos

Entre la cantidad de marcas que existen en el mercado, Samsonite es una de las marcas con mayores accesorios de viaje, tiene algunos modelos de porta-trajes con percha universal, con o sin ruedas, con cierre de seguridad, bolsillo resistente al agua, con distintas composiciones, nylon (no como los de antes) o piel y en distintas medidas.

Otra de las marcas que va teniendo más auge en el mercado nacional como internacional, ya que la mayoría de su producción es con pieles vacunas de muy buena calidad es Miguel Bellido, los porta-trajes de hombre, con cierre de cremallera, dos asas para transporte y múltiples compartimentos.

En los modelos de porta-trajes de Roncato están provistos con un bolsillo delantero de gran capacidad, varios departamentos en el interior para zapatos, camisas, etc., dos perchas y cintas de sujeción para los trajes, asa y tirador integrado y con dos ruedas.

Elijamos calidad

Gladiator tienen porta-trajes de una sencillez y funcionalidad como máximos exponentes para la vida actual, con bolsillos exteriores, totalmente forrado en su interior, con o sin ruedas.

Cuando vaya a comprar un porta-traje, elija uno para sus necesidades y escójalo de materiales duraderos, en el mercado hay una variedad extensa tanto en tamaños, modelos, colores y versatilidad.

Lo que no debemos regalar

No importa el motivo por el cual se deba hacer un regalo, navidades, cumpleaños, aniversarios y demás, hay regalos que ni se deben ni pensar, ni mirar, ni buscar  a menos que lo pidan explícitamente por necesidad o algún otro motivo.

Sabemos que los típicos regalos de siempre son las colonias, las corbatas, los pañuelos, etc., podría pasar si este típico regalo fuera expresamente un compromiso y para una persona que no conoces bien y que no puedes eludir, pero para un amigo/a del alma o para un familiar o para tu pareja, rómpete un poco la cabeza y piensa que le puede hacer más ilusión.

Jack Russell cake

Los regalos que nunca, oye bien, nunca debes regalarle a las mujeres de tu entorno o familiares, serian los electrodomésticos, un libro de recetas, un delantal, un paraguas, una plancha, una bascula, o cualquier otra cosa que puedan molestarlas, es verdad que a veces tienen de todo, pero hay que pensar un poquito más para poder ilusionarlas.

¡Basta de lo de siempre!

Para los hombres de tu entorno o familiares, por favor no más calcetines, ropa interior, corbatas, colonias o productos de aseo personal, caja de herramientas (y encima no es un manitas) ¡no!, por favor quiébrate un poco más la sesera y piensa que le puede hacer ilusión.

Para los niños de tu entorno o familiares, aquí entramos en el meollo del asunto, casi todos los niños tienen de todo, tal son los casos que a veces los regalos les llegan repetidos, todo depende de la edad del “pichurro”, eso si, no se les ocurra jamás de los jamases de regalarles una mascota, a no ser que el “pichurro” en cuestión sea muy responsable, (que los hay)…

… Porque sabemos muy bien, que al principio les hará muchísima ilusión, pero a la larga son los adultos quien tienen que cargar con cuidarlos, darles de comer, sacarlos (si fuera un perro), llevarlos al veterinario, bañarlos y un sinfín de tareas más.

Responsabilidades, responsabilidades, responsabilidades…

Es verdad que una mascota ayuda a que el niño tome ciertas responsabilidades ante la vida, si le regalamos una mascota hay que enseñarle ante todo que no es un juguete, que es un ser vivo, que necesita cariño y cuidados.

Sabemos que a veces hacer un regalo entraña cierta responsabilidad, normalmente uno quiere quedar bien delante del obsequiado, sea para la ceremonia que sea y a veces nos molesta dedicar un tiempo en buscar algo que sea preciso, precioso, necesario y que además ilusione.

¿Qué regalo?

Cuando llegan estas fechas navideñas casi siempre tenemos quebraderos de cabeza en asunto de regalos, es lo prioritario ante cualquier otro tema.  Cada año queremos ser más originales en nuestros obsequios, ya no nos conformamos con comprar el perfume o la corbata de turno a no ser que sea solo para cumplir, por compromiso.

Ofreceremos en este post algunas ideas que pueden ser originales o no, pero la intención es la mejor para que usted salga de este compromiso de la mejor manera posible, quedando como un experto y con un excelente gusto a la hora de ofrecer regalos.

Presentaciòn colgante Mimì

Podemos darnos un paseo y transportarnos a otra época mientras buscamos un regalo especial en algunos de los anticuarios que hay en nuestro país, podremos encontrar todo tipo de objetos antiguos que pueden sorprender a cualquiera, un par de pendientes, una pulsera o un camafeo, una mesita de té, una lámpara, un florero, hay innumerables propuestas que nos pueden sorprender tanto a nosotros como al que se le regala.

El pasado desde el presente

¿Hay algún familiar o amistad aquien le gustan los minerales, fósiles, las piedras semipreciosas, los cristales de cuarzo?, pues bien, hay una gran variedad de tiendas que nos pueden proporcionar este tipo de artículos y que nos pueden dar también información detallada si tenemos duda a la hora de comprar.  En estas tiendas podremos observar que tienen fósiles como amonites enteros o dientes de peces y reptiles o xilópalos en distintos tamaños, minerales de distintos tamaños, formas y colores e incluso colgantes, pulseras, anillos de piedras semipreciosas normalmente engarzadas en plata.

También en los mercadillos especializados, podremos encontrar artesanía y manualidades que podrían ser otra forma de hacer un excelente regalo como un mantel con sus servilletas personalizado o unas toallas con el nombre o inicial bordado de la persona, una muñeca personalizada, un marco pop con espejo biselado incorporado, un cuadro de un artista desconocido, estuches de madera para vinos, etc., podremos perdernos en un sin fin de artículos sin saber por cuál decidirnos.

Christmas from the present´s perspective

Lo personal siempre triunfa

Otra opción que podríamos destacar es hacer un regalo completamente personal como un desayuno o una cena romántica a domicilio, saltar en paracaídas, viajar en globo, bucear con tiburones, nadar con delfines y la lista sigue, son ideas originales todo depende del presupuesto.

Posiblemente se nos escapen otros posibles regalos originales, como se ha dicho anteriormente la intención es la mejor y es la que cuenta.

Regalos originales, una cata de Gin tonic

 

Un poco de hielo en un vaso, vertimos ginebra, añadimos tónica y terminamos con una rodaja de limón, tenemos una bebida que está rabiosamente de moda, y por ello se ha pasado de lo que os he descrito arriba a algo mucho más elaborado, ginebra si, pero no vale cualquiera, tónica, hay un mundo de discusiones en torno a la tónica perfecta, ¡y ya no hablemos del limón! Sigue leyendo Regalos originales, una cata de Gin tonic

Va a ser sonado

Sigo rumiando la venganza. Después de que mi cuñado me regalase un Jar-Jar Binks gigante –toda figura de tan repulsivo e irritante bichejo que supere el medio milímetro debería considerarse gigante-, sigo dándole vueltas a cómo devolverle el favor. Y, aunque debería poner la otra mejilla, no voy a hacerlo, no sea que me regale entonces un Jabba the Hutt. Que nos conocemos…

 

Y, he pensado que, ya que no consigo encontrar la forma de devolverle favor por favor, voy a adoptar una táctica de guerra que ya los romanos dominaban: en lugar de enfrentarme al enemigo, aliarme y apoyar a su rival.

Resulta que mi cuñado tiene un vecino con el que no acaba de llevarse muy bien. Por lo que parece, mi familiar político es un ultra del Villacoscorros C.F. y su vecino lo es del Real Cascameniscos. Dos rivales eternos. Cada vez que gana el uno y pierde el otro, las plantas del balcón pagan las consecuencias.

Soy malo y retorcido

Atentados ecológicos aparte, el vecino, Feliciano García es buena gente: no soporta a mi cuñado. Y lo voy a aprovechar sobornándolo con regalos  navideños que, a su vez, molesten al cretino que se nos ha colado en la familia.

Había pensado en una vuvuzela, esa maldita trompeta de plástico capaz de reventar tímpanos en un radio de cincuenta metros a la redonda y audible a través de las paredes de un búnker. Por diez eurillos, Feliciano podría celebrar los goles de su equipo de forma un tanto… sonora.

La venganza va a ser sonada

Pero me ha parecido, además de un tanto cutre, insuficiente. De este modo, se me ha ocurrido que es mejor regalarle un buen equipo de sonido, de forma que cuando marque su equipo pueda subir el volumen un poco por encima de lo soportable para el oído humano. Y me he puesto a buscar.

… Y los he visto. Bueno. Es sólo uno, pero no hace falta más: ciento dos kilos. Rango de respuesta de 40 a 20.000 hertzios. 28 elementos (altavoces) integrados. 125 vatios en fila india y marcado el paso…

Conéctese al iPod, regúlense los bajos a tope y el volumen al máximo. Destrócese la salud nerviosa de mi cuñado.

Voy a ver cómo está de viva mi cuenta bancaria, ya que el juguetito cuesta entre tres mil y cuatro mil quinientos euros. Pero, si es preciso, pido un préstamo. Feliciano se va a preguntar por qué lo quiero tanto de repente y por qué se ha vuelto tan generoso Papá Noel. Y mi cuñado va a recibir una sonora derrota.

Querido Papá Noel:

Querido Papá Noel:

¿Cómo estás? Espero que bien. Yo, esta Navidad, espero tu llegada con ilusión, porque he sido un niño muy bueno.

Este año he estudiado mucho, aunque la clase de Lengua me la ha dado el profe de Música y la de Inglés el de Manualidades, de modo que no sé lo que es sintagma nominal, pero me he aprendido muy bien la canción de “Todo está en los libros”. Y en inglés ya sé decir “pencil”, “paper” y “paint”… ¡Ah! Y “my Taylor is rich”. No está mal, ¿eh?

Además, el bedel del cole nos ha dado la clase de Historia, y me he ganado un diez cuando en el examen he dicho que Franco era un señor bajito que salía en las monedas de peseta (sea lo que sea la peseta, que yo creo que era la consola que había antes de la PlayStation), y que si levantara la cabeza, -Franco, digo, no la peseta- se haría un chichón con la tapa de la tumba.

Y estoy seguro de que habría aprendido a contar hasta cien sin calculadora si la profe de mates no se hubiera puesto enferma tantas veces, pero yo la entiendo: tenía que sacarse un sobresueldo trabajando de gogó para llegar a fin de mes y muchos días aparecía en clase con el uniforme de trabajo. Y como este año nos tocaba la calefacción un día de cada cuatro, pues… Bueno. Paciencia. Ya aprenderé en la universidad, si mis papis pueden pedir otro crédito.

He ayudado mucho en casa

Pero te estaba diciendo, Papá Noel, que he sido un niño muy bueno. He ayudado a mis papis en la mudanza cuando vinieron a casa unos señores muy antipáticos y nos dijeron que nos teníamos que ir. Aún no sé por qué, pero papá, cada vez que pasa delante del banco, le tira una piedra a los cristales. Yo le digo que no lo haga, que lo vas a dejar sin regalos, pero él como si nada.

Sin embargo, yo sí que me he portado muy bien. Fíjate que hasta he cuidado de mamá, que se ha puesto malita. Íbamos a llevarla al hospital, para que se curase, pero es que nos salía más barato, decía papá, enviarla a un balneario.

He cuidado a mi mamá

El caso es que, teniéndola en la cama y curándola con medicinas caseras (¡cualquiera las compra en la farmacia, si queremos, además, comprar comida!, dice mi hermana, que es la única que tiene trabajo: de alargadora de cola en el INEM, algo así), la hemos curado, a la pobre.

Santa Watching

Papá Noel: he sido un niño bueno. Y soy tan bueno que te voy a pedir un regalo para mi familia quiero cuatro billetes de ida a un país donde los que mandan no se rían de ti, donde aprender y curarte sea tan importante que sólo pagues si quieres pagar. Donde quien manda no es un banquero sino un señor a que han elegido entre todos los mayores…

Atentamente:

Paquito.

P.D. Mi papá también te pide una escopeta, pero mejor no se la traigas, no sea que la quiera para cazar uno de tus renos, porque dice que aún no sabe qué vamos a comer estas Navidades.

A Papá Noel le gustan los videojuegos (de estrategia)

No cabe duda de que la oferta de ocio de los últimos años pasa por el mercado del videojuego, sea en la plataforma que sea. Pocos son los menores de cuarenta años que, de una u otra forma, con mayor o menor intensidad no se han dejado seducir por los juegos electrónicos. Comenzamos aquí una serie de artículos en los que iremos sugiriendo diferentes juegos, agrupados por género para que Papá Noel tenga algunas ideas más estas Navidades.

Este primer artículo se refiere, como podemos intuir por el título, al género de la estrategia, pensado para quienes les gusta pasarse horas delante de la pantalla, exprimiéndose las meninges para ganar una batalla, conquistar un país o construir el imperio más próspero de la Historia.

Haciendo crecer los pueblos

Me gustaría empezar, más que con una novedad, con un clásico que me alegró la adolescencia: la saga de “Age of Empires”. En el juego tomamos el control de una civilización, nación o imperio, según de qué parte de la serie hablemos y hemos de hacerla evolucionar social, científica y militarmente a través del tiempo. Horas y horas construyendo infraestructuras, recolectando, cultivando, entrenando ejércitos…

Pero no todo va a ser construir y declarar guerras entre ejércitos: un juego menos orientado a la batalla y más hacia darle vueltas a la estrategia de cómo ganarla es “Nexus”. Y una variante de éste que consiste en disponer a los luchadores uno por uno es el que supone la saga “Commandos”.

Juegos de mayor reflexión

Hasta aquí, la variedad de los juegos llamados de estrategia en tiempo real, en los que, mientras tú actúas lo está haciendo tu rival. Pero existe otro tipo de juegos, si cabe, más pausados, una especie de ajedrez llevado a la complicación máxima, al menos en lo visual: los juegos de estrategia por turnos.

Den entre éstos, subrayaré uno que es también un clásico, a pesar de que parece que con el tercer elemento de la saga alcanzaba ya su cénit. Se trata del divertidísimo “Heroes of Might and Magic”. Espadas, dragones, hechiceros, elfos, no-muertos y un mundo imposible que nos absorberá por completo.

Podríamos seguir repasando títulos, sagas e incluso una buena cantidad de novedades para este año, pero me conformo con darte algunas pinceladas sobre algunos clásicos que, por serlo, es fácil que encuentres a un precio bastante razonable. Se trata de pensar, a veces rápido y otras con más calma, qué hacer para superar a la máquina.

Pero si no te apetece pensar, no te preocupes: existe otro tipo de videojuegos.

E.P.U.C.A.

Se acercan esas fechas en las que todos somos felices por decreto ley ¿Todos? ¡No! Como en los tebeos de Asterix, queda un pequeño reducto rodeado de la invasión, en este caso, navideña que resiste y resistirá siempre al empalagoso Espíritu de la Navidad.

Es una aldea de verdaderos irreductibles que considera que los Reyes Magos son unos vagos miserables que sólo trabajan una noche al año y, encima, van cómodamente montados en camello, mientras sus pajes dan la vuelta al mundo a pie.

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¿Y Papá Noel? Ese es otro. Además, los Reyes tienen, al menos, la decencia de comprar los regalos. Ese gordo que viste como un gorila daltónico en pijama, con su gorrito y todo, tiene a los pobres elfos esclavizados todo el año en su taller. Y ni siquiera les paga.

Si los niños supieran…

“Jou, jou, jou…” Ríete gordo miope, pero que sepas que Mamá Noel está liada con el Rey Baltasar. Además, una asociación ecologista ha liberado a los renos. Esta Navidad vas a tener que enganchar  gatos al trineo, o tirar tú de él.

La ilusión de los niños “¡Ay qué ganas de que llegue Papá Noel!” “Mamá, ¿falta mucho para que vengan los Reyes?” Si los niños supieran quién les trae los regalos, iban a tener pocas ganas de portarse bien. Total, peores que los tipos que se los regalan, no van a ser.

Combatir el fuego con fuego

De hecho, parte de los niños van a ser nuestros aliados en la lucha. Concretamente, esos que le pidieron una bicicleta, un poni y la X-box a Papá Noel o a los Reyes y éstos, aduciendo que el nene había sido malo, le trajeron un jersey de lana, muy calentito, eso sí, o un montón de carbón.

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Lo que pasaba era que no les había dado tiempo a los elfos a fabricarlo todo, de un lado, o a los pajes a comprarlo, si el niño se lo había pedido a esa mafia del regalo que son los Reyes Magos. He dicho bien: mafia. Son capaces de influir en la demanda de uno u otro juguete y por lo tanto en su precio. Es que tienen un cuñado publicista.

E.P.U.C.A., medidas extremas

Pero el E.P.U.C.A. (Elfos y Pajes Unidos Contra el Absolutismo) va a hacer que todo cambie. De momento, ya les hemos pinchado las jorobas a los camellos y hemos sustituido las riendas del trineo por regalices.

Eso sí: el golpe de gracia llegará con una campaña publicitaria. En ella, haremos creer que en la Navidad se celebra el nacimiento de Cristo y (no es que seamos malos, es que hay que tomar medidas desesperadas) mentiremos a los niños diciéndoles que Papá Noel y los Reyes Magos son, en realidad… ¡Los padres!

Aunque no sé si se lo van a creer.

¿Y mi regalo, qué?

Bueno, ya están acercándose las Navidades, esas fechas tan entrañables y tan desquiciantes, donde las calles ya están iluminadas rebosando alegrías y prisas, en que vamos corriendo de un lado para otro buscando ese regalo adecuado para ese ser tan especial, pensando en qué se va hacer de cena, en los invitados, en el resto de los regalos, en la decoración de la casa, en como vamos a ir vestidos, en que …

¡Stop!

Paremos un poco. Respiremos. Sólo cinco minutos y pensemos con claridad… veamos cuales son las prioridades para estas fechas, ¿qué nos puede robar más tiempo? Los regalos, por supuesto.

¿Y mi regalo, qué?

Gracias a la tecnología, en la Red podemos buscar ese regalo que, a lo mejor, no se consigue con tanta facilidad, hoy en día hay una gran cantidad de páginas web que en estas fechas navideñas proporcionan una gran variedad de artículos en sus catálogos y con la gran ventaja de que llevan muchos años en el mercado.

Cantidad, variedad y calidad

Además, ofrecen durante todo el año al usuario todo tipo de géneros con una amplia variedad, para cumpleaños, aniversarios o para ocasiones especiales, con facilidades de pago, servicios personalizados, bonos o promociones y variedad de precios.

Podemos citar algunas de estas páginas web, por ejemplo: www.factoriaderegalos.com; www.yoquierounodeesos.com; www.megagadgets.es; www.curiosite.es o www.regalador.es, etc. Resérvate un día para revisar estas páginas, tómatelo con tranquilidad y filosofía y con la mente muy abierta. Lo más fácil es que consigas esos regalos especiales para tus seres queridos, e incluso para esos compromisos ineludibles, quedarás genial.

Busca, compara… y vuelve a comparar

Sobra decir que, como en todo, hay que comparar precios: todo depende del presupuesto que tengamos para gastar, pero lo que si es evidente, es que estas páginas nos pueden ahorrar tiempo y mucho dinero y así se tendrá más tiempo para el resto de los quehaceres navideños.

Es verdad que para estas fechas navideñas, hay infinidad de páginas que abren para un tiempo determinado, solo para Navidad, de modo y manera que si hay un problema, posiblemente no se pueda resolver porque hayan desaparecido.

Las que se han comentado anteriormente, llevan años en la red con experiencia y garantía, pero si hay dudas, lo mejor es hacer averiguaciones sobre estas páginas para poder informarnos mejor y quedarnos más tranquilos y satisfechos.

Pero no te olvides de alguien más especial que nadie, tú.  No sea que después de tanto correr te olvides de ti mismo (vaaale o misma) y tengas que decir ¿Y mi regalo, qué?

Dieciocho de Diciembre

El dieciocho de Diciembre es mi cumpleaños. Ejem. Por si cuela. Soy de esos pobrecillos que nacieron tan cerca de la Navidad que Papá Noel, los Reyes Magos y el Ratoncito Pérez se hacen un lío descomunal y acaban por traerle todos un solo regalo. Uno chulo, habitualmente, para compensar, pero sólo uno-.

¡Pues ya está bien hombre! Yo quiero mi regalo de cumpleaños. No pido nada especialmente caro, ni siquiera ostentoso. Sólo quiero un detalle que demuestre que alguien se alegra de que lleve equis años por aquí, no que los Reyes Magos llevan visitándome equis años. No sé si se ve clara la diferencia.

B-Day Cupcakes

Me basta con… una “Singing Bird Pistol”. Nada, una fruslería: una pistola artesana de origen suizo confeccionada en 1820 por la Fréres Rochat con perlas y diamantes engarzados. Al dispararlas se asoma un pájaro con plumas reales que comienza a cantar moviendo sus alas.

¡Plumas fuera!

Parafraseando al maestro Gila: matar no matan, pero, ¿y lo que te ríes? Claro que pueden resultar un poquito caras para un servidor: unos cinco milloncitos de euros. Vale “un poquito caras” es un eufemismo que raya en la ironía. Cambio de planes.

Soy de la generación “Mazinger Z”: el mundo debería estar sembrado de mis puños si sólo la mitad de las veces que grité “¡Puños fuera!” éstos hubieran salido disparados. Por suerte, mis brazos siguen terminando en manos que a su vez están erizadas de dedos para poder escribir mi particular lista de cumpleaños.

Mazinger Z

El caso es que he visto por ahí una figura del susodicho robot, construida en titanio y fibra de vidrio, de 66 centímetros de altura cuyo valor ronda los 15.000 euros. 227,27 euros el centímetro. Tampoco es tanto, ¿no? ¿Cómo? ¿Muy caro?

“Conduciendillo”

A ver entonces qué te parece esto: un BMW Serie 6 (tranquilo: a escala) en el que, ciertamente, no quepo, pero que si lo haría cualquiera de mis “sobris” de entre 4 y 7 años. La versión de pedales cuesta 200 euros y la eléctrica 400. Es de plástico, recubierto de acero, y alcanza la friolera de cinco kilómetros por hora. Tiembla, Vettel.

De todas formas, y ya poniéndome serio, no me disgustaría recibir el próximo día 18, junto con la felicitación, un detallito. Es más: me gustaría incluso que fuera gratis: fruto del ingenio, de la paciencia o de haberse topado en Internet con una página de postales gratis.

Claro que, si recibo cualquiera de los tres primeros regalos, no seré yo quien se enfade.

Regala botas militares: el calzado táctico que marca tendencia

Si existe un calzado que nunca pasa de moda, por ser básicamente duradero y versátil, ésas son las botas militares. Se trata de un producto básico que no puede faltar en el armario tanto de hombres como de mujeres. Por su estilo atemporal, son muchas las marcas que actualmente incorporan en sus colecciones este tipo de zapatos, con excepción de la temporada de verano por supuesto, aunque se puede aprovechar para comprarlas en cualquier momento del año. Sigue leyendo Regala botas militares: el calzado táctico que marca tendencia

Una docena de rosas y una bofetada merecida

Todavía me escuece la mejilla, y mira que hace ya un par de días que recibí el tortazo. Como no tenía muy claro qué había ocurrido, he tenido que investigar en Internet cuál era mi error. Y, claro, al cabo de un rato de bucear por la Red, me dado cuenta de mi error: sólo a mí se me puede ocurrir regalarle a mi chica un ramo de rosas negras.

Creyendo que le regalaba la quintaesencia de la elegancia, y para firmar la reconciliación tras discutir por alguna tontería sin importancia alguna, me fui a la floristería y me decidí, tras dudar entre distintas plantas, flores y tonalidades, por esa docena de rosas negras.

Cuando llegué de vuelta a casa, con una sonrisa en los labios y un “anda, tontuela, no discutamos más” en los ojos, ella me estampó, sin anestesia ni previo aviso su, por otra parte, delicada mano entre ambas zonas, dejándome el lateral izquierdo de la cara medio dormido y la totalidad del cerero presa de un shock de incomprensión y sorpresa.

Investigando

Total, que me he decido a informarme y resulta que el color negro en este tipo de flores connota separación y tristeza, además de muerte. O sea: que, con todo el cariño del mundo le esta diciendo: “Ahí te quedas. Muérete”. Bien por mí y por mi gusto por las flores elegantes.

El caso es que mi santa y paciente pareja ha acabado por hacerse cargo de mi analfabetismo floricultor y, tras unos minutos de lloros, ha sabido perdonarme, o al menos verme y no cruzarme la cara… Es un encanto.

Qué significa cada color

Yo, por mi parte, he hecho propósito de la enmienda y he decidido informarme de qué significa cada color que puede dársele a la rosa. Lo comparto contigo, para que no te veas en un brete similar:

Si la rosa es de color rojo, simboliza amor y pasión, pero también pueden enviársele a un amigo como señal de respeto. Esto es: si un amigo te envía un ramo de rosas rojas no quiere decir que se haya enamorado de ti… O sí: el lenguaje de las flores es, a veces, ambiguo.

Agradecimiento, inocencia, alegría…

Otro color habitual en estas flores es el rosa, que transmite agradecimiento. O admiración si regalamos un ramo de este color. El blanco simboliza inocencia, pureza o atención hacia alguien que está enfermo. Mientras que el amarillo para quien no es supersticioso, demuestra alegría y diversión.

La rosa azul habla de agradecimiento por confiar en quien las regala o porque éste ha recibido alguna ayuda; mientras las rosas de color violeta son deseos de buenas fiestas, de larga vida o de salud.

El color gris habla de desconsuelo, aburrimiento, abatimiento…; el naranja de entusiasmo y pasión; y el verde de esperanza, equilibrio, paz y descanso. Pero aún no he encontrado el color que indique “Perdóname cariño: soy un cretino que la próxima vez, antes de regalarte nada simbólico, debería informarse”. Tal vez combinando varios tipos de flor

¿Será…?

Se ha vengado el muy… de mi cuñado se ha vengado de todo cuanto digo de él. Como si fuera mentira. Encima, el muy ladino lo ha hecho al modo que más le gusta: con un regalo ¿Pues no va el muy… pestruzo y me regala un Jar-Jar Binks de tamaño natural?

El tipejo sabe perfectamente de mi aversión tan irritante ser que se encuentra dentro del, por otra parte, gracioso elenco de razas de la Guerra de las Galaxias. “Toma –me ha dicho-, ese marcianito del que tanto hablas, me imagino que te gusta”.

¿Será…

Un Jar-Jar Binks de metro noventa. Según lo estaba desenvolviendo, con una sonrisa beatífica, y un “graaaaaciaaasss”, ya estaba dándole vueltas a la vendetta. Quien está dispuesto a dar, lo está también a recibir…

Unos Reyes muy (ejem) especiales

Total: que me he dado una vueltecita por Internet y, mira tú por dónde que creo que los Reyes van a venir whathefuckeados para Angustioso Manfredo, que así se llama ese tío zote que pretende ganarme por la mano en mi propio terreno. De verdad que mi hermana tenía que llevar una cogorza descomunal cuando decidió casarse con… eso.

Con el colmillo más retorcido que un sacacorchos, he empezado a buscar ideas, y la primera que he visto me pareció estupenda: un precioso delantal en el que puede verse el cuerpo de Tarzán cubriendo el del portador. Pero lo he descartado: no expresa toda mi antipatía hacia el personajillo. Si encontrara uno con la imagen de un babuino hasta arriba de cerveza, podría ser. Pero no es el caso. Lástima.

Engañando a los sentidos

La segunda de las ideas me conquistó bastante más: un ratón para el ordenador en forma de tableta de chocolate. Tiene una ruedecita en la parte superior que es la hace que se mueva el puntero por la pantalla y, como se descuide un poquito, con lo goloso que es y la dieta a la que lo está sometiendo mi hermana, que pasa más hambre que si tuviera la boca cosida, le da un bocado al ratón.

Pero, claro, para que el regalo fuera efectivo necesitaría tener un ordenador, y, para él, eso es una tele con teclas. Claro que la tercera idea es una auténtica arma de destrucción masiva ¿No le ha dado ahora por tener siempre encima un mechero por si le piden fuego? (A este tipo, yo no le pediría ni que se fuera, pero en fin, hay gente pa’ to’).

Un regalo un tanto incómodo.

Pues te vas a hinchar, hombre: un mecherito de ocho por cinco por dos centímetros. Para que no lo pierdas y, si un día empiezas a fumar no tengas problemas para saber dónde está la llama. Eso sí: cuando quieras rellenarlo, busca una gasolinera con descuento.

Con todo, no estoy conforme: no he dado con el regalo “wtf” perfecto, ese que le haga rechinar los dientes y que, colorado por el esfuerzo de aguantarse las ganas de dirigir sus puños hacia la zona de mis sonrientes labios, masculle un “gracias” atragantado de bilis y lágrimas, según él, de emoción.

Gente que no debería tener derecho a usar Facebook

Hasta ahora, y mira que llevo ya un tiempo con la cuenta activa, no había borrado de mi cuenta de Facebook a nadie. Ni siquiera al cretino de mi cuñado. No sería por ganas, pero uno, por educación, se aguanta y no elimina a nadie.

Pero esto es excesivo: ¿Quién me manda a mí aceptar la amistad de gente que no conozco sólo porque ha pasado por el mismo parvulario que yo siete años más tarde de que un servidor se fuera? En fin, que la sujeta en cuestión me tiene frito.

Gente que no debería tener derecho a usar Facebook

Todos los días y a todas las horas me está saturando el muro con frasecitas de esas de filósofos que escriben sus pensamientos en los cromos del Bollicao. Un segundo, que voy a ver la última: “Quiero abrazarte y no soltarte porque no se [Sic] cuando [Sic] te volveré [Sic] a ver”.

Una micra de profundidad

Vamos a ver, querida (ejem) amiga: faltas de ortografía aparte –deberías leer algo más-, la frase tiene la profundidad de una mesa camilla. Me importa –a tus “faceamigos” NOS importa- entre uno y cero bledos que te parezca bonita, profunda o sentimental. Envíasela a quien quieras enviársela y déjate de monsergas.

Los demás no tenemos por qué tragarnos memeces que no dicen nada a nadie, salvo que se compartan entre dos. Y lo que tú te traigas con el pobrecillo de tu novio, o aquél que tú quieres que lo sea se nos da una higa a los demás.

Mejorar un regalo

Dicho esto (veo que acabas de publicar otra de esas frasecitas… ¡Ah no!: es una foto de una mano reventando burbujas de plástico y te invita a que presiones en dedito pulgar hacia arriba si lo haz hecho) ¿Cuándo permitirá Facebook presionar en un dedo corazón alzado, además de en el pulgar? ¿Ves? Ya me has hecho perder otro párrafo.

En fin: lo que iba decir es que está muy bien publicar frases con mensaje en Facebook, sobre todo si no tienes con quien compartirlas, pero está mucho mejor que la frase, esa que es especial entre quien regala algo y el agasajado, ocupe su espacio impresa en una tarjeta.

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Por muy pocos céntimos, regalemos un trocito de alma

Son muchas las empresas e imprentas de todo tipo que, por un precio módico, te hacen un trabajo de calidad. Así, el regalo para esa persona especial gana un valor muy por encima del que tiene. Por muy poco dinero, estaremos entregando dos regalos: el primero el que esa persona enseñará a sus amigos; el segundo, un trocito de alma, escrito por nosotros mismos o por alguien que de verdad sabe -o sabía- escribir.

Me voy a dar el gusto de compartir en privado, contigo, uno de esos escritos especiales, mejor incluso que cualquier regalo al que pueda acompañar. Se llama “Amor constante más allá dela muerte” y lo escribió un tal Francisco de Quevedo ¿Te suena?:

“Cerrar podrá mis ojos la postrera

sombra que me llevare el blanco día,

y podrá desatar esta alma mía

hora, a su afán ansioso lisonjera;

 

“Mas no de es otra parte en la ribera

dejará la memoria, en donde ardía:

nadar sabe mi llama el agua fría,

y perder el respeto a ley severa.

 

“Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,

venas, que humor a tanto fuego han dado,

médulas, que han gloriosamente ardido,

 

“Su cuerpo dejará, no su cuidado;

serán ceniza, mas tendrá sentido;

polvo serán, mas polvo enamorado.”

Ahora, vas y me dices no sé qué de un beso eterno en las llamas de la pasión de los ojos del amante. O una tontería similar. Es entonces cuanto te expulso del Facebook porque no puedo sacarte a patadas del planeta. Mema.

Una historia triste

No siempre fue así. Hace apenas cuatro años veía el mundo a través unos ojos brillantes, llenos de ilusión, con una especie de sonrisa permanentemente dibujada en unos rasgos bellos y con la travesura bailando siempre tras una mirada pícara, de esas que mueve a la risa a cuantos se cruzaban con ella.

Las cosas empezaron a torcerse en las Navidades de 2008. Lo separaron de su familia, aunque era todavía demasiado joven como para que eso supusiera trauma alguno. Más aún cuando lo esperaban con tanto cariño allí a donde lo llevaron.

Una historia triste

La primera época en su nuevo hogar sólo puede calificarse de maravillosamente feliz: su recién hallada familia se anticipaba a unos deseos que ni siquiera sabía que pudiera sentir, todo eran atenciones y palabras dulces. Incluso ante las travesuras las reprimendas eran amables.

Crecer es sufrir

Pero, como dicta la Naturaleza, en una ley que como todas las que manda la sabia, amable y a veces cruel madre, fue creciendo. Poco a poco, la familia fue dejando de discutir amablemente por acompañarlo en sus paseos para reñir amargamente porque nadie quería ir con él.

Él sólo podía callar, sentir y agradecer en la medida en la que era capaz alguna que otra atención que cada vez debía mendigar con mayor insistencia. Sólo quería compartir tiempo y juegos con quienes, a pesar de todo, quería con la más absoluta de las fidelidades. Quería que lo amasen una milésima parte de lo que él amaba.

Un engaño cruel

Y llegó el verano de 2009. Ese aciago día en el que subió, confiado como siempre, al coche familiar. Por las maletas que abarrotaban el vehículo supo que se iban de vacaciones. Estaba feliz, pues a su fuerza juvenil se añadía su gusto  por los descubrimientos, por explorar nuevos lugares.

En mitad de ninguna parte, se detuvo el coche. Obedeció, como hacía con cualquier orden al seco “bájate”. Lloró. Lloró los ríos… los mares de su inmensa alma cuando vio que se cerraba la puerta del coche y lo abandonaban en mitad de un bosque y se dio cuenta de que no iba a saber volver a la que, maldita sea, era su casa.

Una vida corta y dura

Vagó hasta llegar a una ciudad, donde ha malvivido hasta ahora, apedreado por los niños, rehuido por las personas, los seres humanos en los que un día había confiado ciegamente, con lo que era la fe más estúpida que nadie puede demostrar.

Hace unas semanas, lo capturaron como a ser sin alma ni sentimientos, de la forma más brutal posible, y lo encerraron en una jaula con apenas algo para comer y un poco de agua. Allí oye y ve cómo los que son como él lloran y se lamentan

Hoy lo van a matar.

La próxima vez que el nene pida un perrito en la carta a los Reyes Magos, recuérdalo.

Conversores de masas

Llevémosles la contraria. A quienes se empeñan en que seamos incapaces de pensar de manera crítica, a quienes les interesa que seamos una masa de gente y no un conjunto de personas, neguémosles la razón y démosles un buen disgusto.

El poderoso ha de serlo porque lo han elegido. Hasta aquí, de acuerdo. Pero ha de ser elegido con criterios racionales, pensando en el bien común. Aquí, sólo medio de acuerdo: nadie vota para salir perdiendo. Y ha de mantenerse en el poder apoyado por un conjunto de ciudadanos críticos, con capacidad y buen juicio, que sepan decir cuando obra bien o cuando no… y decidir… basados en… en ello… ¡¡Ay, que se me saltan las costuras de la risa!!

Conversores de masas

Lo he intentado: he querido escribir un artículo sobre la importancia de la lectura y lo conveniente de regalar libros que nos conviertan a todos en ciudadanos, o al menos nos conciencien de que es importante leer para ser personas completas, en lugar de borreguitos. De Norit, beee, beee.

Piel de borrego, o de burro

Pero no puedo. Cada vez que pienso en los índices de lectura de esta cochina piel de toro, de esta condenada ramera que me tiene, a pesar de todo, enamorado, tengo que recurrir al sarcasmo o al chiste más o menos fácil para no dejarlo todo por imposible y alabar la buena pareja que hacen no sé qué empresario con sé cuál señorita sin oficio reconocido.

Ese es el problema “de superficie”: que nos cubren los asuntos que deberían ocuparnos –y de los que deberían ocuparse los poderosos a los que se supone que hemos elegido con tal intención- con un velo de estupideces, de folclóricas reincidentes (al menos las “Folklóricas Arrepentidas” tenían su gracia), fútbol y vanidades. Pan y circo.

En cuanto al problema de fondo es que no tenemos ni idea ni nos importa de qué es eso del pan y circo. Que nos pensamos que Kafka es un delantero del Real Madrid y Aristóteles un magnate griego que estuvo casado con una presidenta de Estados Unidos. Y si no es así, qué más da. Somos unos burros orgullosos de su especie.

El antídoto tiene muchos nombres

Pero no hemos de olvidar que éste es un blog de ideas para regalos. Lo que hoy quería sugerirte son una serie de vacunas contra el borreguismo, el antídoto para que la masa deje de serlo y se convierta en un conjunto de ciudadanos. Para que no nos creamos cuanto nos dicen, que seamos conscientes de hay hierba bajo los adoquines, pero que bajo el césped del estadio o dentro de los micrófonos hay mucha basura que deberíamos limpiar. Toma nota de las recetas:

Un mudo feliz, de Aldous Huxley; 1984 de George Orwell, Crítica de la razón pura, de Enmanuel Kant; El Príncipe, de Nicolás de Maquiavelo; Sobre la clemencia, de Lucio Anneo Séneca; El quinto día, de Frank Schätzing; El último Catón, de Matilde Asensi; El maestro de esgrima, de Arturo Pérez-Reverte; El banquete, de Platón; Niebla, de Miguel de Unamuno…

Son miles (millones, me atrevería a decir) los libros  que hacen que (parafraseando a Quino, el creador de Mafalda) seamos más personas y menos gente. De casi cualquier libro sacaremos un fenomenal compañero, un gran amigo y un estupendo y amable maestro.

Es por eso que me encanta regalar libros, aunque sean biografías de futbolistas que se casan con folclóricas caribeñas.

Un minúsculo trozo de vida

– Es lo que tiene el ser humano: que nunca tiene claro lo que quiere.

– Pero, -dijo Eleanor- ¿cómo puede ser que le gusten las dos cosas a la vez?

– Por cien años que viva –repuso Lawrence-, no lo voy a entender.

– Bueno, ya has vivido cincuenta, y no te haces media idea –se burló ella.

Aunque la broma había perdido toda su gracia, por haberse vuelto habitual, él sonrió. Se agradecía cualquier motivo de relax. Las últimas semanas, habían sido tensas. Desde que Henry se había ido a vivir con su pareja (a ambos se les hacía raro llamarla esposa, pues una boda por lo civil no acababa de hacer que estuvieran casados del todo a sus ojos), y habían decidido regalarle algo especial por su cumpleaños, no eran capaces de ponerse de acuerdo en qué comprarle.

The Old Jukebox

El padre tenía la idea de que el chico, de casi treinta años, pero chico, era un enamorado de la más puntera tecnología, visto que su habitación se encontraba absolutamente repleta ordenadores, tablets, iPad, iPod y algunos aparatos de los que sólo era capaz de decir que tenían una pantalla y se conectaban a Internet.

Su madre, en cambio, a pesar de saber de la afición de su hijo por la electrónica, las telecomunicaciones y cualquier aparato de última generación que pudiera permitirse, también había observado cómo el joven ampliaba la cada vez más importante colección de objetos de mediados del siglo pasado que atesoraba, ordenados en una estantería del sótano.

A lo largo de las semanas transcurridas desde que el hijo volara del nido, los padres, con la casa inusualmente tranquila, habían estado cavilando qué le podía gustar, ya que no necesitaba nada en concreto para un hogar perfectamente equipado con los regalos de boda.

Él, empeñado en no ver otra cosa que la faceta tecnológica de Henry; ella, inspirada por la colección de cafeteras, planchas, juguetes y algunas fruslerías más originarias los años 60… Habían llegado a pensar –y a descartar- hacerle dos regalos diferentes. Una fiesta un regalo. Era una costumbre que, en esa casa, no había cambiado nunca.

Mientras hurgaban en Internet, como cada día a esas horas, él sentado; ella de pie, mirando a la pantalla sin demasiado interés, ella hizo un gesto poco habitual, y más efectivo aun debido a la sorpresa que causó en su marido. Le asió con fuerza el hombro para avisarlo de que no abandonara la página que estaban viendo.

– Mira.

– ¿Qué tengo que mirar? Es una radio antigua.

– Lawrence –puso los ojos en blanco-: lee lo que pone.

– Radio Grundig modelo RF 160 del año 66 con un impresionante estilo ‘Madmen’…-masculló, mientras dejaba correr los ojos en diagonal por el texto- dos altavoces, aunque es mono… entrada auxiliar… conectar iPod o teléfono… onda corta y FM…

Al tiempo que leía, a Lawrence se le iba dibujando una sonrisa en los labios y en los ojos.

-Parece, querida, que no voy a necesitar otros cincuenta años para entenderlo del todo -dijo, mientras miraba entre nostálgico y orgulloso la foto de Henry.

La mala vista de mi marido

Hola:

Soy la hermana del tipo que escribe este blog. Y tengo que defender a mi marido. Vale que mi hombre no haya entrado con buen pie en mi familia (se torció un tobillo en la escalera el día que subía para que le presentara a los míos), pero me trata muy bien.

No pasa un cumpleaños, un aniversario, un San Valentín o una Navidad sin que mi Angustioso me regale algo. Sin ir más lejos, el último cumple me regaló unos pantalones preciosos. El pobre no tiene la culpa de tener tan mal ojo con las tallas y que me sobren por lo menos seis o siete de cintura.

La mala vista de mi marido

Claro que, para poco ojo, el que tuvo cuando cumplimos siete años de casados (no sé por qué, mi hermano llamaba a nuestro matrimonio “La Guerra de los Siete Años”). El caso es que mi hombre me regaló unos patucos que, a día de hoy, uso para calentarme los pulgares. Es que me daba pena cambiarlos.

Indirectas

Claro que me confirmó que anda muy mal de la vista cuando me compró una jaulita para pájaros de dos metros cuadrados y sin cubierta superior. Tras pensarlo mucho, y para no darle el disgusto de devolverla, decidí comprar un pájaro acorde. Desde entonces, rompemos los huevos a martillazos y uno sólo nos da para comer tortilla cuatro días seguidos. Es lo que tiene las avestruces.

El caso es que, a pesar de la mala vista con las tallas,  mi angustioso me hace regalos muy originales: como sabe que me encantan los cachorritos de gato, me regaló un biberón precioso para que los amamantara yo misma.

Un hombre de gran corazón

No. No me regaló el gatito, que tuve que comprar yo misma. Pero es lógico: no podía transportarlo hasta nuestra casa… ¡Con la alergia que le dan! Si es que es ver al pobre Micifú y ponerse a estornudar. Es que es capaz de hacer cualquier cosa por mí.

Quizá, el único defecto grave que tiene mi marido es que es un poco bromista: un día lo pillé metiendo bolitas de anís en mi mesilla, donde guardo las píldoras. Para gastarme una broma me decía, a ver qué cara ponía al descubrir el sabor… ¡Qué tonto!

¿Que si mi Angustioso quiere ser papá? Pues no lo sé. Pero a mí gustaría tener niños pronto. Sólo estoy esperando a que mi marido me lo proponga. Es que quiero estar segura de que los dos queremos dar el paso.